DESDE AFUERA

Israel y su victoria pírrica

El ataque terrorista de Hamas logró uno de sus propósitos: descarrilar intentos de normalizar relaciones entre israelíes y algunos países árabes

OPINIÓN

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José Carreño Figueras / Desde Afuera / Opinión El Heraldo de México
José Carreño Figueras / Desde Afuera / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

A siete meses de iniciada su operación punitiva en Gaza, Israel parece en una situación "pírrica", con un dominio real del terreno donde la desarrolla, pero con costos políticos y diplomáticos crecientes.

La intervención militar israelí tiene la meta declarada de "erradicar" al grupo político-militar Hamas, que por un lado era el gobierno de Gaza y por otro el factor entre militar y terrorista responsable del ataque del 7 de octubre de 2023, cuando sus fuerzas cruzaron la frontera, dieron muerte a más de 1,200 israelíes, principalmente civiles y secuestraron a más de 250 personas –34 muertas, 124 liberadas y 128 cautivas–.

Pocos días después el gobierno de Benjamin Netanyahu lanzó una expedición punitiva, en la que han muerto más de 35 mil palestinos, incluso millares de mujeres y niños, y buena parte de las ciudades existentes fueron destruidas. Hay más de 400 mil desplazados que además enfrentan una crisis humanitaria.

Israel no ha ayudado a su caso con las muertes de personal de organizaciones humanitarias.

Peor aún, existe también la convicción de que Netanyahu y sus aliados tratan de usar la guerra como el instrumento para prolongar su poder, y en el caso del primer ministro, incluso evitar la cárcel.

Puede afirmarse que Israel ha hecho sentir su fuerza y es sin duda el vencedor en esta fase de un largo conflicto, pero los costos a pagar son altos y en crecimiento.

Por un lado es posible, probable incluso, que la organización militar de Hamas esté en fuga y su ala política en absoluto desorden ante la ofensiva israelí. Pero Hamas no está destruído, ni sus ideas han desaparecido. Se pueden rechazar sus ideas, todas o en parte, pero son válidas para muchos palestinos, tienen eco en el público árabe y la invasión israelí contribuye a sostenerla y hasta fortalecerla.

De hecho, podría decirse que el ataque terrorista logró uno de sus propósitos: descarrilar al menos temporalmente intentos de normalizar relaciones entre Israel y varios países árabes.

Paralelamente, Israel enfrenta ahora un movimiento de protesta real, alrededor del mundo, especialmente en universidades. Al menos un gobierno, el del colombiano Gustavo Petro, rompió relaciones como rechazo al "genocidio".

En Estados Unidos, el principal aliado de Israel, las manifestaciones de descontento universitarias fueron reprimidas entre denuncias de antisemitismo y presión de poderosos donantes a los centros de estudio, pero el presidente Joe Biden se ha visto obligado a matizar su apoyo a Israel ante la reprobación de la izquierda demócrata.

En Naciones Unidas hay ya un fuerte movimiento en favor de reconocer al estado palestino. En términos domésticos la oposición hacia Netanyahu parece haberse fortalecido.

En el siglo III antes de Cristo Pirro, rey de Epiro, protagonizó una guerra contra la república romana. Pero, según la leyenda, el costo de sus victorias las hacía comparables a derrotas. 

POR: JOSÉ CARREÑO FIGUERAS 

JOSE.CARRENO@ELHERALDODEMEXICO.COM                   

@CARRENOJOSE

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