En un seminario sobre América Latina organizado por la Universidad de Princeton, presenté el siguiente diagnóstico sobre “Estabilidad regional y migración”:
• Los patrones tradicionales de la migración han cambiado de hombres y mujeres solos, a familias y niños y jóvenes no acompañados. La migración hacia Estados Unidos, a través de México, incluye múltiples nacionalidades: Venezuela, Ecuador, India, China, Ucrania, Uzbekistán y países africanos.
• Las causas de la migración son múltiples: falta de oportunidades económicas, cambio climático, plaga de la roya en Centroamérica, represión política, crimen organizado, extorsión, necesidad de mano de obra en Estados Unidos y diferenciales salariales.
• Enfrentar las causas profundas de la migración requiere un nuevo enfoque más allá de Sembrando Vida. Hay ahora dos tipos de migración: la económica y la de asilo o refugio.
• México y otros países de América Latina ya no son sólo países de origen, sino de tránsito, destino y retorno. Además de carecer de una legislación adecuada, tampoco cuentan con las instituciones pertinentes ni los recursos financieros para la atención y eventual integración de los migrantes. Hay una ausencia de coordinación regional, más necesaria y urgente que nunca.
• En los últimos años casi 8 millones de venezolanos han abandonado su país. Más de 425,000 cubanos han dejado el suyo, cifra superior al Marielazo. Haití es un “estado fallido”. Se ha revertido la tendencia a la migración cero entre México y Estados Unidos.
• Los flujos migratorios actuales y la violación de los derechos de los migrantes no se pueden explicar sin la creciente participación del crimen transnacional organizado que controla y explota el tráfico ilícito de migrantes, la trata de personas y la extorsión. En México, el Instituto Nacional de Migración (INAMI) es parte de dicha estructura de corrupción.
• En EU, más allá del aumento innegable de la migración se manipula el tema con fines electorales, central en la próxima elección. Se le “securitiza” al presentarlo como una amenaza a la seguridad nacional de Estados Unidos, desconociendo sus dimensiones social y económica. Se margina la contribución de los migrantes a su economía y su necesidad de mano de obra, así como a los países de origen a través de las remesas.
• Esta manipulación se inscribe en las “luchas culturales o identitarias” que enfatizan el “Ellos contra Nosotros”. Los demócratas se han alineado para impulsar medidas de seguridad en la frontera, contención de la migración y dejado a un lado su compromiso por una reforma migratoria integral, traicionando las expectativas de la comunidad hispana en EU.
• Medidas como el subsidio mexicano a los venezolanos retornados o deportados a su país o el otorgamiento de la figura de “parole” y permisos temporales de trabajo a venezolanos solicitantes de asilo en Estados Unidos, han sido criticadas porque dejan de lado a los migrantes mexicanos e indocumentados que han residido durante años en EU.
POR MARTHA BÁRCENA
EMBAJADORA EMINENTE
@MARTHA_BARCENA
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