DEFINICIONES

Acapulco, a su suerte

La ausencia de gobierno y ley, pasa factura. El abandono de las instituciones, trae consecuencias. El crimen se ensaña con el Puerto

OPINIÓN

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Manuel López San Martín / Definiciones / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

La ausencia de gobierno y ley, pasa factura. El abandono de las instituciones, trae consecuencias. El crimen se ensaña con el Puerto.

Hace un par de meses, el transporte público en Acapulco estuvo suspendido durante una semana, ante las amenazas, extorsiones y la quema de vehículos por parte de la delincuencia.

Los transportistas pararon porque demandaban seguridad. Estaban hartos de ser víctimas de los criminales, mientras, la autoridad los abandonaba.

Cientos de choferes tenían miedo. No querían salir a trabajar porque al hacerlo se juegan la vida; los ataques de integrantes de organizaciones criminales contra choferes, a quienes exigen el pago de derecho de piso, se volvieron una constante. Se normalizaron.

¿Cómo no darle la razón a trabajadores del transporte público, cuando vemos imágenes como las que se han viralizado en las que choferes y checadores, son golpeados, humillados y vejados? ¿Cómo no entender que paren cuando son cacheteados y agarrados a palazos y tablazos por no hacer al pie de la letra lo que los criminales exigen?

Hace rato que el gobierno dejó de serlo.

Es el transporte, sí, pero Acapulco vive un drama por todos sus frentes desde hace más de cuatro meses, cuando el huracán Otis golpeó como categoría 5 y devastó el Puerto, dejando a cientos de miles de damnificados.

El impacto, que sigue sacudiendo a los acapulqueños, desnudó la trágica incapacidad de las autoridades que no estuvieron ni han estado a la altura. Más de 100 días después de Otis, la basura se apila por todo el Puerto.

La magnitud del desastre ha exhibido la incompetencia y negligencia de los gobiernos.

Pese a ello, la alcaldesa Abelina López ha sido premiada por Morena: será de nuevo candidata y buscará la reelección como presidenta municipal de Acapulco. 

Incapaz de meter orden y reconocer, si quiera, lo obvio, conduce el caos.

¿Cómo olvidar que ante las escenas de saqueos provocadas por la ausencia de ley y alimentadas por la desesperación y descontrol, dijo que los actos de rapiña eran “cohesión social”, cuando recién había golpeado el huracán?

¿Cómo entender que ante las muestras de saña y violencia contra transportistas no diga una palabra?

Lo que trasciende de Acapulco es el caos, la violencia y el desgobierno.

La protagonista de semejante desastre volverá a competir para estar otros tres años en la alcaldía. ¿Para qué quiere gobernar? ¿Para qué quiere ocupar un cargo que no asume? ¿A quién le sirve Abelina López como presidenta municipal? A los acapulqueños no, pero quizás a los criminales sí; ellos hacen y deshacen a placer.

POR MANUEL LÓPEZ SAN MARTÍN

M.LOPEZSANMARTIN@GMAIL.COM  

@MLOPEZSANMARTIN

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