POLITEIA

Las candidatas y el Papa Francisco

Ojalá todos nuestros políticos, más allá de ideologías y religiones, lean al papa Francisco y apliquen sus enseñanzas

OPINIÓN

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Fernando Rodríguez Doval / Politeia / Opinión El Heraldo de México
Fernando Rodríguez Doval / Politeia / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

La semana pasada fueron recibidas por el Papa Francisco las dos candidatas presidenciales, Xóchitl Gálvez y Claudia Sheinbaum. No deja de llamar la atención que ambas políticas hayan dado toda la prioridad a estas visitas, en especial cuando en algunos medios políticos se ha pretendido minimizar el papel e impacto actual de la Iglesia católica en México.

Xóchitl Gálvez siempre se ha reconocido como católica, y enfatizó que este encuentro con el Papa fue de carácter espiritual. Sorprendió que Claudia Sheinbaum le haya pedido al Papa una bendición, toda vez que ella ha afirmado públicamente, en ejercicio de su derecho a la libertad de conciencia, que no profesa ninguna religión.

El presidente López Obrador también se ha declarado seguidor del Sumo Pontífice en repetidas ocasiones. AMLO ha dicho que el Papa Francisco es el dirigente político “más importante del mundo”, e incluso ha manifestado que su ideología coincide con la suya.

El pensamiento político y social del Papa Francisco está muy bien delineado en su carta encíclica Fratelli Tutti, la cual fue mencionada tanto por Gálvez como por Sheinbaum.

En ese importante texto, Francisco defiende la noción de “pueblo” como comunidad humana con lazos culturales que busca un proyecto común más allá de las diferencias.

Pero alerta contra un populismo insano “cuando se convierte en la habilidad de alguien para cautivar en orden a instrumentalizar políticamente la cultura del pueblo, con cualquier signo ideológico, al servicio de su proyecto personal y de su perpetuación en el poder” (n. 159).

Francisco propone la amistad social y la cultura del encuentro, que “significa buscar puntos de contacto, tender puentes, proyectar algo que incluya a todos” (n. 216). Y para lograr lo anterior, es indispensable el diálogo con quienes piensan diferente.

Sheinbaum y AMLO recurrentemente se han negado a construir con la oposición y se han dedicado a sembrar la discordia y la división en su pretensión por instaurar un régimen hegemónico.

Y los epítetos e insultos que el presidente dedica cada mañana a quienes no piensan como él no parecen ir en la línea del Papa Francisco, a quien dice admirar.

Xóchitl Gálvez, por su parte, ha reivindicado la Fratelli Tutti como una oportunidad para reconciliarnos como país y desterrar resentimientos y rencores.

Y sí, los problemas de México no pueden reducirse únicamente al plano político o económico. La crisis de México es más profunda y tiene sus orígenes en un desprecio absoluto por la dignidad humana. Sólo así se explican los niveles de violencia que vivimos, las desigualdades imperantes, y la polarización política.

Ojalá todos nuestros políticos, más allá de ideologías y religiones, lean al Papa Francisco y apliquen sus enseñanzas.

POR FERNANDO RODRÍGUEZ DOVAL

POLITÓLOGO

@FERDOVAL

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