POLIEDRO

Política Exterior a la Deriva

Los asuntos de política exterior se han complicado, la posición de nuestros principales socios comerciales y la nueva configuración

OPINIÓN

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Marco Adame / Poliedro / Opinión El Heraldo de México
Marco Adame / Poliedro / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

Los asuntos de política exterior se han complicado, la posición de nuestros principales socios comerciales y la nueva configuración de los bloques regionales nos encontró mal parados.

La política interior se ha dedicado a cumplir las ocurrencias del pasado, sin consideración alguna al enrarecimiento del clima de incertidumbre, el debilitamiento de la institucionalidad democrática y del estado de derecho, el desbordamiento de la inseguridad y el crecimiento de la delincuencia organizada. Tal parece que se sigue pensando que la mejor política exterior es la interior, lo cual es absolutamente falso, y puede ser muy peligroso.

La política exterior, dirigida por la titular del Poder Ejecutivo por mandato constitucional, ha sido reactiva y a la defensiva, situación que nos coloca un paso atrás de nuestros socios comerciales.

Declarar que "a un arancel vendrá otro" que "a México se le respeta" o considerar que "ya habrá tiempo para reunirnos con Trump y pondremos de acuerdo" no es suficiente y puede ser inoportuno.

Ante los grandes desafíos que enfrentamos, no debe olvidarse, como bien afirmaba Emilio O Rabasa, que los principios de política exterior, no son la política exterior, que estos son "criterios fundamentales y marcos de referencia para definir objetivos, estrategias, intereses e instrumentos". Que la política exterior incluye, como define el Diccionario de Política Internacional, de Edmundo Hernández, "políticas, decisiones y acciones, basadas en principios claros, para definir metas y cursos de acción en todos los campos que trasciendan las fronteras y repercutan en el interior".

Más que declaraciones, lo que México necesita es una estrategia que haga valer nuestras ventajas comparativas con los Estados Unidos y Canadá y prepararse para la revisión del TMEC.

Como resultado de esta integración, el año pasado nuestro país fue, por primera vez en la historia, el principal socio comercial de los Estados Unidos, con un intercambio de 738 mil millones de dólares, seguido por Canadá.

Con tal potencial, deberíamos mantener la visión de bloque regional -el mas competitivo del mundo- y explorar todo su potencial, lo que será mas redituable para los tres países que intentar fragmentarlo. Sobre todo en un momento en que China, ha consolidado la Asociación Económica Integral Regional (RCEP), con 15 economías de Asia Pacifico, que representan más del 30% del comercio mundial.

En ese contexto, llama la atención la facilidad con la caemos en una guerra de declaraciones con Canadá cuando, desde otra perspectiva, los expertos consideran que podríamos ser aliados para enfrentar juntos las amenazas de Trump. Como se puede advertir, no esta claro el curso de acción frente a las amenazas, ni las metas para la próxima negociación del TMEC.

Y peor aún, pretender enfrentar estos desafíos alentando la polarización y la división entre los mexicanos. Acaso no deberíamos estar construyendo el gran acuerdo nacional para la defensa de los intereses de México? Sin embargo, hasta ahora, pesa mas la ideología y los intereses del grupo en el poder, que el interés general. Así lo corrobora el desprecio del gobierno, al respaldo que expreso el PAN ante las amenazas del exterior.

POR MARCO ADAME CASTILLO

ANALISTA Y CONSULTOR POLÍTICO

MAAZ