ENVÍO DIPLOMÁTICO

La acción de la diplomacia

Al principio de la negociación trilateral que concluyó con la firma del TLC, hace poco más de 30 años, había un soterrado conflicto entre las secretarías

OPINIÓN

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David Nájera / Envío Diplomático / El Heraldo de México
David Nájera / Envío Diplomático / El Heraldo de MéxicoCréditos: El Heraldo de México

Al principio de la negociación trilateral que concluyó con la firma del TLC, hace poco más de 30 años, había un soterrado conflicto entre las secretarías de Relaciones Exteriores (SRE) y la de Comercio y Fomento Industrial (SECOFI). México tenía escasos cinco años de haber ingreso al Acuerdo General sobre Aranceles Aduaneros y Comercio (GATT), luego de haber seguido un modelo de sustitución de importaciones por décadas que en la práctica habían generado un lento crecimiento económico y pocas y malas exportaciones, excepto materias primas.

Se alegaba en ese entonces desde Tlatelolco que la experiencia de negociación internacional residía en la SRE, por tanto, la responsabilidad del TLC debiese estar en esa Secretaría y no en una que hasta poco antes había estado dedicada a mantener el control de precios sobre toda la economía nacional.

Ese dilema ilustra una de las mayores confusiones respecto a la práctica diplomática. Para muchos actores políticos, “política exterior” y “negociaciones” son aspectos unísonos de la “diplomacia”, como lo señala Nicholson en su obra La Diplomacia. Por tanto, la discusión de los noventa debió haberse zanjado en favor de Tlatelolco y no de la torre en Patriotismo, como finalmente sucedió.

Sí, los diplomáticos negocian y lo hacen en el marco de la política exterior. Pero la diplomacia es una acción, es una estrategia, una herramienta que depende de quien la use y no sólo de un título.

Finalmente, los negociadores de SECOFI desde su juventud y novatez, lo hicieron creativamente, en una actitud simétrica y con una sólida preparación técnica, y obtuvieron lo que Trump llamó hace seis años: “el TLC fue el peor tratado comercial nunca hecho”. En ese sentido y bajo toda la presión, en 2017 se renegoció al gusto de Trump y este concluyó que el nuevo TMEC estaba “sustentado en justicia y reciprocidad”, ... y el comercio siguió creciendo.

A la negociación comercial, en ambos procesos, México combinó la habilidad técnica mencionada de sus negociadores, la coordinación con el sector privado y un amplio despliegue de acciones diplomáticas en el frente local de los estados de la Unión Americana y ante los poderes legislativos tanto de Canadá como de Estados Unidos, una estrategia de medios que logró cambiar “la narrativa” plenamente estereotipada acerca de México, para convertirlo en un socio confiable, especialmente ante las élites políticas y económicas y los tomadores de decisión y finalmente ante el consumidor. En la práctica, cada parte del gobierno cumplió su parte, la suma fue una diplomacia exitosa.

Una fórmula que nos ha funcionado varias veces y que no hace de la amenaza un fin, acaso una estrategia coyuntural.

POR DAVID NÁJERA

Embajador de México, actualmente preside la Asociación del Servicio Exterior Mexicano
www.asemex.org @ASEM_SRE

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