Hoy atestiguamos la construcción de una nueva gobernanza mundial, donde las ciudades se constituyen como espacios de proximidad y se facilita la articulación de actores y políticas públicas para atender los grandes desafíos globales de la actualidad: pandemias, movimientos migratorios, delincuencia transnacional, cambio climático, desde enfoques más horizontales y más cercanos a las necesidades de la ciudadanía.
Podemos decir que nuestro presente y futuro es urbano. Más de la mitad de la población mundial habita en ciudades, si bien sólo ocupan 2% de la superficie, producen 80% de la riqueza mundial, pero también consumen 70% de la energía y generan 80% de las emisiones de carbonos; es decir, es en los entornos urbanos en donde se tiene que librar la batalla en contra del cambio climático.
Frente a esta realidad, las ciudades cada vez más buscan en la acción internacional un medio para: 1. mostrar la atractividad del territorio para captar oportunidades; 2. Acceder a las soluciones que se dan en otros lugares del mundo en retos de la gestión local como: agua, residuos, movilidad, seguridad, etc; 3. Participar en la cooperación internacional descentralizada para movilizar recursos; 4. Impulsar la incidencia en la negociación e implementación de las agendas globales.
La colocación del tema internacional en el imaginario colectivo y el involucramiento de diversos actores del territorio (sector privado, academia, líderes de opinión) resultan fundamentales para darle sostenibilidad a una estrategia de internacionalización.
Hoy el poder de las ciudades se deja ver por todos lados. La Ciudad de México cuenta con una fuerza policiaca de casi 100 mil personas, cifra superior a los ejércitos de más de 115 países. Nueva York maneja un presupuesto anual de aproximadamente 82 mil millones de dólares, superior a los presupuestos nacionales de 160 países.
Las ciudades mexicanas cada vez más generan intercambios ciudad-ciudad que mejoran sus políticas públicas y su gestión local en donde, por ejemplo: la Ciudad de México se beneficia de la experiencia de la ciudad de Bogotá en temas de movilidad y al mismo tiempo comparte su aprendizaje en la gestión de riesgos y desastres.
Sin embargo, de los más de 2,500 municipios del país, sólo alrededor del 6% realizan actividades internacionales, principalmente ciudades capitales, turísticas y fronterizas. Destacan las ciudades colindantes en la frontera entre México y Estados Unidos que cuentan con fuertes vínculos comerciales, laborales y de conectividad.
El reto es impulsar estrategias de internacionalización desde las ciudades mexicanas para captar las oportunidades que ofrece la era de la globalidad. Desde una visión de futuro, la internacionalización local debe coadyuvar a pensar y repensar territorios más inclusivos, sostenibles y resilientes.
Monserrat Iglesias
*Miembro COMEXI. Internacionalista especialista en temas de diplomacia local
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