TRES EN RAYA

2024, todo el poder para el narco

Iniciaré al revés: ¡feliz año 2025! Ojalá sea mejor que el que se va

OPINIÓN

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Verónica Malo Guzmán / Tres en Raya / Opinión El Heraldo de México
Verónica Malo Guzmán / Tres en Raya / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: El Heraldo de México

Sé que el balance que se hace del 24 depende del cristal con el que se mire. Los integrantes de la 4t y simpatizantes han tenido todo para estar jubilosos (si bien, curiosamente, no ha dejado de vérseles resentidos y frustrados). Ellos no debieran querer que este año termine nunca. Les fue muy bien en las elecciones federales pasadas y las autoridades electorales hasta les regalaron un bono adicional: la mayoría calificada que no obtuvieron en la urnas.

No se tienen que preocupar por la oposición partidista. Esta fue sepultada. Pero aún no saben qué les pasó por encima. ¿Adversarios? ¿Un@ que otr@ articulista?…

Constitución y Poder Judicial, caput; el 2024 marca su defunción.

Hasta aquí ninguna novedad. Se resume en el recuento que se ha podido leer sobre este año en muchos reportajes y en diversas columnas de opinión. Todos concluyen que Morena ha amasado un poder político, económico y social enorme.

Pero nadie que yo sepa se aventura a dar como resumen final de este año que concluye algo que para mí lo es todo: este año ha sido el del narco; todo el poder para ellos.

La industria y los actores del narcotráfico (muchas veces entrelazadas con los gobiernos, aunque no siempre) consolidaron su poder a un grado no visto nunca antes. Hoy, más allá de las bravatas de Trump, se les menciona a nivel internacional como los próximos amos y señores de una nueva forma de terrorismo. Fíjense ustedes nomás...

Sinaloa tal vez sea uno de sus “logros” más visibles. Tristemente no de los más grandes y profundos. Podría apostar en ello.

Pero basta con la guerra en Sinaloa para darse cuenta que su poder de fuego —el del narco— compite con el del Estado; que sociedad, gobernantes y crimen están entremezclados. Ya forman un ente indivisible. Lástima que las guerras que libran entre grupos, facciones, carteles, cobra la vida de seres inocentes (aunque las autoridades siempre salen con su narrativa de “las bajas se dieron entre implicados en el crimen y porque andaban en malos pasos”). ¿También debemos incluir entre ellos a los que sin deberla ni temerla les toca estar en medio de una refriega? ¿O a los miles de sinaloenses que han perdido su sustento y/o trabajo al desplomarse la actividad económica de la entidad?

Todo el poder a quienes han invadido pueblos enteros. En Sinaloa, pero también en Chiapas, Guerrero, Michoacán, Estado de México, Puebla, Guanajuato… Miles, qué digo miles, ¡millones! de connacionales han tenido que huir a Estados Unidos y ahora también a Guatemala. Dejar todo, incluso sus casas, porque viven en territorio de guerra o bien porque los grupos delictivos les exigen sus propiedades y negocios.

No respetan ni la Navidad. Ahí los tienen repartiendo juguetes en Coalcomán, Michoacán. “El Mencho”, Nemesio Oseguera, líder del Cartel Jalisco Nueva Generación, haciéndola de Papá Noel. La alcaldesa naranja, Anavel Ávila Castrejón, en papel de duende navideño.

Líderes narcos dan juguetes, comida, medicinas y hasta limosnas. No es de ahora, también antes. Lo que sí es nuevo es el descaro con que lo hacen y el inmenso poder que han adquirido. Ponen o quitan líderes políticos. Y cuando no lo logran, los asesinan. Reyes absolutos en asesinatos y desapariciones. Recibieron abrazos durante el sexenio pasado y respondieron con más balazos.

El año de los narcos, pero como vamos, no será el primero; vendrán más. Llevan años consolidando su imperio de violencia y muerte. Para los narcos, un año cuyo poder genera sombras en el mundo.

POR VERÓNICA MALO GUZMÁN

COLABORADOR

VERONICAMALOGUZMAN@GMAIL.COM

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