Hace seis años, el pueblo de México tomó una decisión histórica: darle el triunfo en las urnas a Andrés Manuel López Obrador. Así comenzó un nuevo capítulo en nuestra vida pública: la Cuarta Transformación. Una transformación pacífica, profunda y democrática, que se propuso erradicar la corrupción, combatir la desigualdad y devolverle al pueblo el poder que durante décadas se le arrebató.
El gobierno de López Obrador se resume en una lección constante: “por el bien de todos, primero los pobres”. Con esa premisa, se impulsaron programas sociales como Jóvenes Construyendo el Futuro, la Pensión Universal para Adultos Mayores y Sembrando Vida, que atendieron a quienes más lo necesitaban. Estos esfuerzos no solo ayudaron a millones de familias, construyeron una base sólida para un México más igualitario.
La política energética recuperó el sentido de soberanía nacional. Con proyectos como la Refinería Dos Bocas, el Tren Maya y el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles, se priorizó el bienestar colectivo sobre los intereses privados. López Obrador demostró que una administración austera y honesta es posible, y que el desarrollo debe beneficiar a las mayorías.
Sin embargo, más allá de los grandes proyectos y las políticas públicas, el mayor legado de la 4T fue la Revolución de las Conciencias. En cada rincón del país, las y los mexicanos despertaron con la convicción de que su participación activa y organizada es fundamental para la transformación de la nación.
Hoy, el relevo lo toma Claudia Sheinbaum, quien llega a la presidencia como continuidad y profundización de este proyecto transformador. La Presidenta, con su experiencia como Jefa de Gobierno de la Ciudad de México, tiene la capacidad, el compromiso y la visión para consolidar los logros de la Cuarta Transformación y enfrentar los grandes retos del país.
Desde la Ciudad de México, bajo el liderazgo de nuestra jefa de Gobierno, Clara Brugada, reafirmamos nuestro compromiso con la tarea que nos encomendó nuestro líder Andrés Manuel López Obrador: construir el segundo piso de la transformación. Este desafío implica profundizar en las políticas sociales, fortalecer la infraestructura democrática y social, y garantizar que los derechos conquistados sean irreversibles.
La Cuarta Transformación no termina aquí; se consolida y se expande. Con Claudia Sheinbaum en la presidencia y Clara Brugada en la Ciudad de México, seguiremos trabajando juntos para garantizar que los avances logrados sean la base de un México más justo, libre y solidario.
El camino es claro, y el compromiso es inquebrantable: no parar hasta hacer de nuestro país un lugar donde todas y todos puedan vivir con dignidad.
POR CÉSAR CRAVIOTO ROMERO
SECRETARIO DE GOBIERNO DE LA CIUDAD DE MÉXICO
EEZ