Hace varios años se ha percibido una decadencia de entrenadores mexicanos, tanto en oportunidades recibidas como en calidad de preparación. El Clausura 2025 está a la vuelta de la esquina, y tan solo tres estrategas nacionales arrancarán en los banquillos.
Hoy, Efraín Juárez ha demostrado que, cuando uno se prepara, se puede crear su propia oportunidad donde sea. Él lo hizo y, en cuatro meses, conquistó Colombia con un doblete de liga y copa con el Atlético Nacional.
Efraín Juárez se retiró como futbolista profesional a los 31 años, una edad muy temprana para colgar las botas. Sin embargo, su objetivo era muy claro: prepararse lo antes posible para convertirse en director técnico. Fueron cinco años de preparación intensiva en el balompié internacional. Estuvo como auxiliar en el New York City de la MLS y, después, emigró a Bélgica para culminar su formación en el Standard Lieja y en el Brujas, pasando un año en cada institución, respectivamente.
En agosto de este año, recibió una oportunidad única: dirigir al club más grande de Colombia, el Atlético Nacional de Medellín. Es el único equipo cafetalero que cuenta con dos Copas Libertadores. Para ser su primera experiencia en un banquillo, la presión era muy grande para Juárez.
Sin embargo, entendió desde el primer momento la fórmula y el temperamento necesarios para obtener resultados. A lo largo de la campaña, los Verdolagas sufrían mucho en los partidos, pero al final, con esa hambre inculcada por Efraín, lograban sacar los resultados. Poco a poco se veía más unión en el vestidor; se iba creando una conexión muy grande entre el cuerpo técnico y los jugadores.
Hubo momentos fuera de la cancha que parecían distracciones, como las suspensiones seguidas hacia el propio Efraín Juárez por festejos y controversias en la banca. Sin embargo, el equipo nunca perdió el enfoque. Hoy, son campeones de liga y copa, algo insólito. Luego de conquistar los títulos, Juárez declaró: “Lloraba por alegría, por frustración, por injusticias, pero siempre me las comí todas y, al final, creo que se tiene la recompensa”.
La última vez que Nacional consiguió un doblete fue en 2013, de la mano del profe Juan Carlos Osorio, un gran conocido del futbol mexicano.
Con ambos campeonatos, la “Máquina Verde” tendrá la oportunidad de disputar la Copa Libertadores 2025, una prueba para Juárez en el máximo plano internacional de América. Tiene todo para continuar con su gran paso y seguir creando un legado en la institución.
Con 36 años, Efraín Juárez es un gran ejemplo para las nuevas generaciones de entrenadores mexicanos. A pesar de la gran escasez de oportunidades en la Liga MX, una preparación completa puede abrir puertas en otros lugares fuera de México. Tener la oportunidad y aprovecharla no es fácil, pero tampoco es una excusa. Juárez lo demostró.
Eso no quita que sea una verdadera lástima que, en la propia liga mexicana, donde debería impulsarse a estrategas nacionales, no existan esas oportunidades. Para que se den una idea: el Clausura 2025 arrancará el próximo 10 de enero y solo habrá tres entrenadores mexicanos en un torneo de 18 equipos: Víctor Manuel Vucetich (Mazatlán), Gonzalo Pineda (Atlas) y Benjamín Mora (Querétaro). Es una pena.
Efraín Juárez merece todos los elogios posibles, tanto en México como en Colombia. Ha dado resultados y seguramente buscará más. En un deporte tan resultadista como el fútbol, él ha cumplido con creces. Su carácter y mentalidad reflejan la garra del mexicano. Es un orgullo para el país que uno de los nuestros nos represente de esa manera en la atmósfera internacional.
POR MARIANO TORRES
COLABORADOR
@MARIANOTORRESH
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