COLUMNA INVITADA

El combate a la pobreza

Grandes desigualdades económica y sociales prevalecen en el mundo de hoy. Miles de millones de seres humanos padecen miseria. En el caso de México

OPINIÓN

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Armando Alfonzo Jiménez / Columna invitada / Opinión El Heraldo de México
Armando Alfonzo Jiménez / Columna invitada / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

Grandes desigualdades económica y sociales prevalecen en el mundo de hoy. Miles de millones de seres humanos padecen miseria. En el caso de México, más de la mitad de la población se encuentran inmersos en situación de pobreza.

Ser pobre tiene muchas implicaciones, dentro de las cuales destaca la de ser discriminados. Nuestro país orgullosamente fue el primero en incluir en el texto de su Constitución Política determinados derechos sociales, fundamentalmente a favor de los campesinos y los obreros.

Durante mucho tiempo se ha discutido sobre la naturaleza de los derechos sociales: si son verdaderos derechos o solo son normas programáticas. Se ha avanzado en el desarrollo de garantías o mecanismos para hacerlos realidad.

Sin duda alguna, la voluntad política del Estado es muy importante para que los derechos, incluidos los sociales, se concreten en la vida de las personas. También recientemente se han incorporado a nuestra Carta Magna los programas sociales que brindan un apoyo económico mayormente a los más necesitados.

El gobierno mexicano cuenta con herramientas para combatir la pobreza. Una de ella es la Secretaría de Bienestar, dependencia del Ejecutivo Federal que su foco de atención precisamente es la lucha contra las desigualdades.

En muchos lugares de nuestra Patria contrasta la riqueza versus la pobreza. En centros turísticos podemos apreciar infraestructura del primer mundo, accesibles para unos cuantos, y por otra parte en las zonas marginales de esos sitios miles de personas apenas los resguarda un techo y carecen de lo elemental para su desarrollo integral.

Ni se diga en las principales urbes del país; riqueza y pobreza son las dos caras de la moneda. Por tanto, resulta estratégico que el Estado mexicano redoble esfuerzos para aminorar las desigualdades.

No solo el gobierno es el responsable de trabajar para fomentar el crecimiento del país y de empeñarse en que disminuya la pobreza. Los empresarios y demás inversionistas también deben ser aliados en esta trascendente misión: su visión en pro de la modernidad y su generosidad, seguro propiciarán, aunado a sus proyectos que les generarán ganancias, la responsabilidad social para que más mexicanos cuenten con las condiciones de dignidad que merecen y tengan la esperanza de una mejor vida.

No tengo duda que empresarios nacionales y extranjeros están dispuestos a colaborar con el poder público para que México sea un mejor lugar en todos los sentidos.

POR ARMANDO ALFONZO JIMÉNEZ
CONSTITUCIONALISTA

@ARMANDOALFONZO

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