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La verdadera misión del embajador

En el fondo de todo, el verdadero problema es China. La designación del ex coronel y ex agente de la Agencia Central de Inteligencia (CIA), Ronald Johnson

OPINIÓN

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Carlos Zúñiga / Acceso Libre / Opinión El Heraldo de México
Carlos Zúñiga / Acceso Libre / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: El Heraldo de México

En el fondo de todo, el verdadero problema es China. La designación del ex coronel y ex agente de la Agencia Central de Inteligencia (CIA), Ronald Johnson como embajador en México a partir de 2025, es el tercer pitazo de la próxima administración Trump para que la Presidenta Claudia Sheinbaum desista de sus intenciones de afianzar las relaciones diplomáticas, pero principalmente comerciales, con el gigante asiático.

Un antecedente de lo que nos espera, podemos rastrearlo hasta 2019, cuando Nayib Bukele, presidente de El Salvador, visitó China, donde amarró inversiones y apoyo para el país centroamericano, pero recibió el rechazo de la entonces embajadora norteamericana, Jean Manes; poco tiempo después, y seguramente como un represalia por su visita, Ronald Johnson fue designado como embajador, donde declararía que “Lo único que China encuentra que les interesa aquí en El Salvador es que es una forma de provocar a Estados Unidos y volverse irritante”.

En esta misma línea, tenemos la designación de Christopher Landau como subsecretario de estado norteamericano, quien también tiene su affaire chino. En 2020, el entonces embajador en Ciudad de México, pidió que el país no importara equipos de redes 5G de proveedores prohibidos en el programa “Red Limpia” de la administración Trump, que identificaba a la empresa Huawei como un supuesto fabricante vinculado al Partido Comunista Chino. El superior de Landau, Marco Rubio, próximo secretario de estado norteamericano, quiso prohibir la red social Tiktok, ya que supuestamente espiaba para China.

En el mismo sentido, y en temas netamente comerciales y de seguridad, habría que recordar la carta que López Obrador le mandó al gobierno chino de Xi Jinping para solicitar apoyo para controlar los envíos de fentanilo que llegaban a México desde China, y la amenaza de Marco Rubio de intervenir militarmente a nuestro país para detener el trasiego de drogas. China respondió que Estados Unidos debía de ocuparse de sus problemas y negó el tráfico de fentanilo.  Por ello, los nuevos nombramientos, no dejan lugar a dudas, de que lo que en realidad se juega en México, es un reacomodo geopolítico global con las dos superpotencias en cada lado. La triada de funcionarios han dejado patente su aversión a China y presionaran a México hasta donde se pueda.

El futuro representante del gobierno de Donald Trump, dicen los que lo conocen, es pragmático. Tal vez por eso apoyó muchas de las “locuras” de Nayib Bukele en materia de seguridad para ganarse su confianza y de paso su amistad. Ante las denuncias de violaciones a los derechos humanos por las duras políticas contra las pandillas salvadoreñas, siempre prefirió voltear a otro lado.

No es que a la Casa Blanca de Trump poco le importe el narcotráfico, los migrantes y la inseguridad de México, pero lo que en realidad desean, es evitar que China amplíe su zona de interés en Latinoamérica. Así de pragmático.

POR CARLOS ZÚÑIGA PÉREZ

COLABORADOR

@carloszup

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