ENVÍO DIPLOMÁTICO

La Academia Diplomática a 50 Años

En 1974 se estableció formalmente la academia diplomática mexicana bajo el nombre de Instituto Matías Romero de Estudios Diplomáticos

OPINIÓN

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ASEM / Envío diplomático / Opinión El Heraldo de México
ASEM / Envío diplomático / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: El Heraldo de México

En 1974 se estableció formalmente la academia diplomática mexicana bajo el nombre de Instituto Matías Romero de Estudios Diplomáticos, IMRED, denominación que se redujo a “IMR” al paso del tiempo. Hoy es el aniversario cincuenta de la instancia de formación diplomática de la Secretaría de Relaciones Exteriores.

En apenas poco más de 25% de los países existe una academia diplomática formal, lo que indica que sus representantes en el exterior se forman más en la práctica que en la capacitación y que incluso si cuentan con un servicio exterior profesional, la integración del mismo proviene o del mundo político y sus recomendaciones o de un sistema civil que regula las designaciones en la estructura gubernamental.

Llama la atención el hecho de que las academias diplomáticas, creadas en el siglo XVIII en Europa, anteceden al establecimiento de servicios civiles de la administración pública. En la época de las monarquías y la ilustración, los asuntos del Rey evolucionaron a los del Estado y la conveniencia de contar con cuerpos burocráticos profesionales se manifestó originalmente en la acción diplomática; esta es, pues, la base de la administración profesional de los gobiernos.

En México, la acción internacional nació con la independencia y la búsqueda de reconocimiento a la nueva nación que contribuyese a nuestras relaciones diplomáticas y comerciales y ello fuese un valladar a los intentos españoles de reconquista. En las nuevas naciones hispanoamericanas, sus diplomáticos con frecuencia fueron criollos con recursos propios para mantenerse en su misión en el exterior, varios países contrataron a extranjeros como sus representantes, especialmente comerciales y se buscó tener representaciones consulares en los puertos cuya navegación era el eje del comercio mundial. En suma, una diplomacia pragmática y operativa.

Matías Romero (1837-1898), representante de México en Washington por casi 20 años en distintos períodos, es el nombre de la institución que forma y capacita permanente a quienes integran el Servicio Exterior Mexicano. Representa el modelo de un diplomático pleno: sólida formación académica y permanente capacitación; pleno dominio de otra lengua; conocimiento de su Patria y sus intereses; principios y capacidad para las relaciones públicas y un sólido apoyo familiar a su carrera. Sus servicios a la nación e incluso a la relación bilateral con EU, han sido ampliamente reconocidos y publicados.

Normalmente, todos los miembros del SEM, incluso los designados políticamente, deben de pasar por las aulas del Instituto. Sin duda, quienes no lo han hecho se exponen a cometer pifias legales y protocolarias, entre otras. Tampoco pasar por el Instituto suple la necesaria experiencia que norma criterios y conductas, pero hace una diferencia. Prácticamente, hoy todos los miembros de carrera del SEM en activo son egresados del Instituto Matías Romero y ello sin duda es el cimiento de la calidad profesional de la diplomacia mexicana.

En sus primeros 50 años, “el Matías” es espacio formativo, de reflexión y análisis, y las personas egresadas procuran, en su acción, emular a quien dio su nombre y obra para construir un Servicio Exterior de excelencia.

POR ASEM
Asociación del Servicio Exterior Mexicano A.C. www.asemx.org @ASEM_SRE

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