COLUMNA INVITADA

Crónica de un día histórico para Chiapas

Más de 10 mil personas se dieron cita en el Polyforum de esta capital, para ser parte de un día histórico para Chiapas, en que Eduardo Ramírez, con su color de la tierra, tomó protesta como gobernador

OPINIÓN

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Créditos: El Heraldo de México

Más de 10 mil personas se dieron cita en el Polyforum de esta capital, para ser parte de un día histórico para Chiapas, en que Eduardo Ramírez, con su color de la tierra, tomó protesta como gobernador.

El termómetro marca 29 grados. Es un día “fresco” del invierno Tuxtleco, pero muchos fuereños sentimos un calor inclemente. Sin embargo, el sol no merma los ánimos, aunque cada sombra se torna en un refugio. Nadie reparte dádivas o acarrea gente; el equipo de anfitriones trata a todos con dignidad, sin distingo de clase o pertenencia.

Hay un ambiente festivo, donde suenan las marimbas, la banda y los cohetes, y se observan lo mismo vestimentas tradicionales de los pueblos originarios que trajes y corbatas o las emblemáticas guayaberas del Sureste mexicano. Porque además de miles de chiapanecos, a la cita acudió también la clase política nacional. En un entorno de respeto y camaradería, se podía observar a representantes de todas las corrientes de pensamiento -14 gobernadores, líderes parlamentarios, dirigencias partidistas, entre muchos otros-, dando cuenta de la capacidad de interlocución, el aprecio y el poder de convocatoria de quien tomaría protesta como gobernador.

Antes de ingresar al recinto, y evocando una metáfora de su carrera política, hace un largo recorrido bajo el sol saludando de mano en mano y con humildad a los asistentes que acompañarán el evento desde afuera. La sonrisa en su rostro se corresponde con el cariño con el que lo reciben y abrazan. Su inseparable compañera y principal punto de apoyo en su vida, su esposa Sofía, lo acompaña siempre amable con la gente. Sigiloso y eficaz su coordinador de giras Beto Cruz avanza unos pasos adelante. Lo recibe una de las figuras más importantes del Gobierno de la República, el Secretario de Marina, almirante Raymundo Pedro Morales Ángeles, en representación de la Presidenta Claudia Sheinbaum.

El Polyforum antes olvidado y ahora renovado vuelve a ser un espacio digno del pueblo de Chiapas. Cuando ingresa, la energía de los miles de asistentes hace catarsis y transforma el espacio. Suena de fondo Soy Jaguar de Concetta Constanzo y 100% Jaguar de Diego Herrera.

Yasmin Esquivel, María Luisa Alcalde, Andrés López Beltrán, Gabriela Jiménez, Manuel Añorve y ex gobernadores de Chiapas son de los primeros en felicitarlo. Más adelante, Ricardo Monreal -compañero de muchas batallas- y Fernández Noroña no pueden disimular el aprecio por su amigo. Mauricio Kuri, la maestra Delfina Gómez y Javier May efusivos. Las senadoras Susana Harp, Ana Lilia Rivera e Imelda Castro, líderes entrañables, lo saludan con prestancia. Llega el turno a su madre (“madrecita querida” le llama él), quien no puede contener el llanto de ver todo lo que ha logrado su hijo… a un lado sus nietas Yazmin, Renata y la ocurrente Grecia, la menor.

Cualquier silencio entre la música es aprovechado por el público que aplaude y grita con entusiasmo “gobernador, gobernador” y “que viva el Jaguar”. Se entona el himno nacional, y bajo la impecable conducción de Luis Ignacio Avendaño, presidente del congreso local, se le toma protesta como gobernador constitucional.

Contundente, comienza su discurso afirmando: “Llego puntual a la cita con mi destino”. Se trató de un mensaje con dimensión histórica, profundidad conceptual y claridad analítica, que destaca por la secuencia y agilidad narrativa, así como por la fluidez de las palabras y las emociones, que en cada momento conectan y cautivan a la audiencia. Un mensaje que será referente nacional de una forma de hacer política que se inspira en la historia y se nutre de las raíces y la cultura de la que proviene; una forma de hacer política que construye su credibilidad y legitimidad a partir de recorrer el territorio y mantenerse cercano a la población y sus necesidades. Sin la fortaleza del mensaje, que fue también una conversación y un diálogo con su público y sus gobernados, los simbolismos y el escenario del evento podrían haber sido parafernalia o simulación. Pero no fue el caso.

El Jaguar hizo un recorrido por tres milenios de historia, incluyendo referencias a la construcción de Bonampak, la Reina Roja de Palenque, el legado de las mujeres chiapanecas, la conquista, la rebelión de San Juan Cancuc contra los españoles en 1702 (un siglo antes de la independencia), Fray Matías de Córdova y el legado libertario de Comitán de Domínguez (su amado Comitán, que ha visto y protagonizado por siglos el paso de la historia), el voto femenino en 1925 (30 años antes que a nivel nacional), Rosario Castellanos, el congreso indígena, el zapatismo, y, por supuesto, el ejercicio plebiscitario mediante el cual Chiapas se une a la República Mexicana hace dos siglos.

Con arrojo, cita al subcomandante Marcos, y el pensamiento del Tatic Samuel Ruiz: el llamado a abrir la conciencia, a impulsar proyectos de desarrollo que tomen en cuenta los intereses de las comunidades antes que los fines de lucro, a hacer a un lado la avaricia y la ambición. Es un discurso valiente, que llama las cosas por su nombre y no se anda por las ramas.

No solo se compromete y pide que se escuche en todas las regiones de Chiapas “la paz va a volver a reinar en nuestros caminos” (aplauso unánime del público), sino que se emplaza y emplaza a su equipo: el gabinete de seguridad está a prueba; hay resultados o se acaba el encargo.

Señala que asumirá como propios los ejes en materia de seguridad de la Presidenta de México: atender las causas; inteligencia e investigación; cooperación y colaboración y cero impunidad al delito. Irá con todo contra la extorsión, el derecho de piso, el asalto en carreteras y todo aquello que lastima a la sociedad chiapaneca.

Se mejorarán salarios a policías, habrá becas para sus hijos y vivienda digna. También “le van a entrar los empresarios” (Paco Cervantes, presidente del CCE, concurre desde su asiento en primera fila). Cambiará a todos los mandos de sector en Chiapas. Se crea la Fuerza de Reacción Inmediata Pakal (FRIP), conformada por policías profesionales bien pagados y entrenados, que contarán con el equipamiento y todas las herramientas para enfrentar a la delincuencia…pide a la población que donde los encuentren, los acojan y sean solidarios.

Anuncia que nuevas obras de infraestructura como la autopista Palenque-San Cristóbal, que por décadas ha sido una profunda y sentida demanda de la sociedad chiapaneca, se construirán con recursos del estado en vez de concesionarse. Y algo muy importante, se hará con la participación de las comunidades, a quienes pertenecerán las casetas, las gasolineras y los paradores turísticos (una solución justa y creativa a los bloqueos carreteros recurrentes en el estado).

Con el ingenio de quien ve en una crisis oportunidad, industrializará la frontera sur con una zona libre de impuestos para hacer de Tapachula la capital económica del sur de México,  “¿y por qué no?” dijo, también de Centroamérica. Atenderá la restauración ecológica, captando aguas pluviales y reforestando más de 200 mil hectáreas en los primeros tres años de gobierno.

“Me agravia el tema educativo. No hay nada más transformador que acercar la educación a quien lo necesita” dijo el Jaguar, y prosiguió “Chiapas puede leer y escribir” Por eso, la encomienda inmediata de su secretario de educación Roger Mandujano, será levantar bandera blanca y acabar de una vez por todas con el analfabetismo en la entidad.

“Solo el pueblo puede salvar al pueblo”, fue otra idea fuerza de su discurso. Por eso, en la nueva ERA, Chiapas no tiene servidores públicos, tiene “servidores del pueblo”, que habrán de conducirse con humildad y mucha honestidad, con un “humanismo que transforma”. “Yo no voy a establecer ninguna relación de complicidad”, sentenció, al tiempo de subrayarle a toda la clase política que “el poder tiene fecha de caducidad… y si no nos portamos bien, el pueblo juzga y tiene memoria”. Lo dice con la autoridad moral de quien no se ha hecho afuera, sino que se ha “forjado a la vista de todos”.

Honrando su cultura maya y el sincretismo de su propia historia, se conecta con los elementos (aire, tierra fuego y agua), y da gracias tanto al universo como a Dios por ponerlo en el tiempo y el espacio de servir a Chiapas, y les pide sabiduría para tomar las mejores decisiones y no desviarse de su camino. No quiere pasar a la historia; quiere escribirla de la mano de todas y todos los chiapanecos.

De ahí que hace un llamado a la sensatez y la madurez, para construir una nueva era de unidad y reconciliación, no de confrontación. Una era en que la paz reine en los corazones. En que no haya niños pidiendo limosna o trabajando, sino solo estudiando o jugando.

Termina su mensaje y emprende la salida que le toma más de una hora saludando a todos, en medio de un júbilo multitudinario. En el ambiente se respira la voluntad política del gobernador para resolver los problemas. En los rostros de la gente se ve esperanza y el anhelo de un mejor Chiapas. En la frente de Eduardo el sudor de una persona que trabaja arduamente. Humildad, sencillez y cercanía. Abrazos y más abrazos.

Se trata de un día histórico. Sobre todo, porque este joven comiteco llega al poder arropado por una vasta voluntad popular y la gran legitimidad que de ella emana. Libre de compromisos con los intereses económicos y la élite política que ha dominado el estado por décadas. La nueva ERA de Chiapas es una promesa que se puede hacer realidad.

Por Rodrigo Ávila

Maestro en Desarrollo y Políticas Públicas