TRES EN RAYA

Ahogados los trece, ¿taparon el pozo?

Hoy que los pequeños están muertos, no queda claro ni siquiera que se esté actuando para tapar el pozo

OPINIÓN

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Verónica Malo Guzmán / Tres en Raya / Opinión El Heraldo de México
Verónica Malo Guzmán / Tres en Raya / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: El Heraldo de México

Más muertes. Como si no fueran suficientes las que se tienen producto de la violencia o las ochocientas mil del Covid o las causadas por falta de medicinas. Ahora también “se recetan” bacterias, una especie llamada Klebsiella Oxytoca que mató a infantes en hospitales públicos —y al parecer uno privado— del Estado de México.

No somos Dinamarca. Somos un país condenado a muerte en materia de salud. 20 casos del brote (que se sepa) y, de esos, 13 fallecieron. Trece recién nacidos. Espero que a ningún oficialista de ahora se le ocurra decir que murieron por su culpa o por orquestar un golpe de Estado.

En cuatro hospitales públicos, los insumos para la aplicación de la Nutrición Parenteral estaban contaminados. Y si bien la COFEPRIS ya suspendió a la empresa por la muerte de los recién nacidos, ¿alguien irá a la prisión por estos inocentes? ¿Se harán las investigaciones conducentes? Por ejemplo, ¿quién contrató a la empresa proveedora?, ¿quién omitió hacer las pruebas necesarias de control?

Quise escribir sobre este asunto porque, además de denunciable por espeluznante, es la muestra exacta de lo que sucede en materia de Salud en el país. De la atención al sector no hay mucho más que el discurso de “somos como Dinamarca”. El presupuesto para salubridad en el actual sexenio muestra un retroceso en todos los apartados. Para el 2025 se destinará el 2.4 por ciento del PIB, que es una proporción más baja ¡que la del 2005!, que fue del 2.6 puntos del PIB. Esto es, peor que en el neoliberalismo tan odiado por la 4t.

Mismo comparándolo con el de este año —último del 1er piso de la 4T—, el presupuesto para salud disminuirá en un 12.2% respecto al de 2024. Hace un par de días la presidenta Sheinbaum hablaba del humanismo mexicano; que decía caracterizaba a Morena. ¿Serán los descuidos en el financiamiento a la salud parte de ese humanismo 4T?

Les digo más: para el 2025, el Programa Nacional de Vacunación verá reducido su presupuesto en un 67.4%. ¿No les parece escalofriante? Este régimen les asegura muerte y enfermedades prevenibles a los niños que están por nacer.

También está el recorte de financiamiento a centros de salud tan importantes como el de “Salud de la Infancia y Adolescencia” (un 68.4% menos) o el Hospital Infantil de México (11.2% menos) o el Instituto Nacional de Cardiología (11.9% menos) o el Instituto Nacional de Cancerología (14.7% menos; ya se está dando por hecho que no habrá quimios para los enfermos de cáncer. Punto.). Y así nos podemos seguir con los centros que siempre han sido un referente en la salud pública —pero también privada— en México.

Mientras los institutos nacionales ven mermado su presupuesto, a Pemex que debería de ser productiva, le regalan 465 mil millones de pesos y al Tren Maya 40 mil 800 millones de pesos. Son imperdonables las prioridades que se están dando y que van en contra la salud de los mexicanos.

Mencionado lo anterior, no es la Klebsiella Oxytoca la que ha matado a los 13 recién nacidos. Esa bacteria es solo el instrumento de quienes, en el gobierno y en la toma de decisiones, no les está interesando la vida ni priorizar la salud. Los que deberían velar por la salud de todos los mexicanos se han perdido inexorablemente en el populismo. Unos porque no pueden salir de este, otros porque no quieren.

Hoy que los pequeños están muertos, no queda claro ni siquiera que se esté actuando para tapar el pozo. El cuidado necesario (y requerido) de comprobar que los insumos no están contaminados; de que se le compra al mejor proveedor y no en función de cuotas o de negocios corruptos.

13 bebés mexicanos que fallecieron en la cuna. ¿Qué se hace realmente al respecto?

POR VERÓNICA MALO GUZMÁN

COLABORADOR

VERONICAMALOGUZMAN@GMAIL.COM

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