La realidad detrás de los números
El pasado 8 de noviembre de 2024, el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) publicó cifras de mortalidad en México que no pueden ignorarse. En 2023, 799,869 personas fallecieron en nuestro país. Detrás de cada número hay una vida, una familia, y una historia de esfuerzo y resiliencia. Sin embargo, las principales causas de muerte –enfermedades del corazón y diabetes– en muchos casos pudieron prevenirse. Esta realidad debe hacernos repensar urgentemente nuestras prioridades en salud.
Corazón y diabetes: dos epidemias que siguen avanzando
Las enfermedades del corazón causaron 189,210 muertes en 2023, reafirmándose como la principal causa de muerte en México. Este dato nos dice que no estamos avanzando lo suficiente en cuidar nuestro sistema cardiovascular, y que el acceso a una atención adecuada aún es desigual. Casi igual de alarmante es el impacto de la diabetes mellitus, responsable de 110,059 muertes en el último año. Ambas condiciones muestran que el problema no es solo médico; necesitamos un enfoque de salud pública que se anticipe y promueva cambios desde la educación hasta la atención básica.
El cáncer y las barreras en el acceso a tratamiento
Otro gran desafío que muestran las estadísticas es el cáncer. En 2023, 91,562 personas fallecieron por tumores malignos. Aquí, el acceso desigual a servicios de detección temprana y tratamientos efectivos pone en riesgo vidas en muchas zonas del país. La urgencia de mejorar el acceso a estos servicios es clara: no puede seguir siendo un lujo en México.
Desigualdad en salud: un obstáculo constante
La distribución de estas muertes varía dramáticamente entre entidades. Mientras que Ciudad de México tiene la tasa de mortalidad más alta (841 por cada 100,000 habitantes), Baja California Sur presenta la más baja, con 467. Esta disparidad revela las profundas desigualdades en acceso a la salud. Nuestro país necesita una red de servicios de calidad en todas sus regiones.
Adultos mayores: el derecho a una vejez digna
El envejecimiento de la población es otra lección clave en los datos: 57.7% de las muertes fueron de personas de 65 años o más. Esto subraya la importancia de priorizar a nuestros adultos mayores, quienes deben tener acceso a programas de atención y cuidado integral. Una vejez digna no es solo un deseo, es un derecho.
La prevención es nuestra mejor herramienta
El mensaje del INEGI es claro: México necesita una transformación en salud que pase de curar enfermedades a prevenirlas. Esto requiere de políticas de salud pública que promuevan estilos de vida saludables, campañas de concientización accesibles para todos y una infraestructura que permita la detección y atención temprana en cada rincón del país. No podemos permitir que más vidas se pierdan por falta de acción.
Cada dato nos muestra la urgencia de mejorar nuestro sistema de salud, y esa responsabilidad es de todos. Porque proteger la salud en México es una misión que no puede esperar más.
POR DR. HÉCTOR ALEJANRO CABRERA FUENTES
Profesor Investigador, Universidad Autónoma Benito Juárez de Oaxaca.
Visiting Research Professor, R&D Group, Vice Presidency for Scientific Research and Innovation, Imam Abdulrahman bin Faisal University, Arabia Saudita.
X @alexcafu
MAAZ
