MALOS MODOS

No se metan con mis narcos

Los narcos, según nos enseñó el Ex Quinto Presidente Más Popular del Mundo, son pueblo organizado, y se les abraza bien apretadit

OPINIÓN

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Julio Patán / Malos Modos / Opinión El Heraldo de México
Julio Patán / Malos Modos / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

Al Doctor Patán le conmueven las muestras de solidaridad de nuestro movimiento con el crimen organizado, ante las amenazas crecientes del imperialismo, que pretende pisarnos con su bota militar. Es normal.

Los narcos, según nos enseñó el Ex Quinto Presidente Más Popular del Mundo, son pueblo organizado, y se les abraza bien apretadito. Son de los nuestros, aunque de vez en cuando –decapitaciones, masacres, asesinato de morenistas– haya que invitarlos a no caer en excesos y portarse bien. Nos identificamos del todo con ellos, pues, y vamos del brazo en la construcción de la nación, como los misioneros que somos todos del humanismo mexicano.

Por eso, mi Macedonio, que es más pueblo que nadie, se sintió en la obligación de levantar la voz y advertirle a la oposición, particularmente a Lilly Téllez, que no se le ocurra pedir la intervención del yanqui contra nuestro narco soberano, porque van a llover denuncias por traición a la patria. Y lo dijo con el corazón en la mano, hirviendo de preocupación, sí, pero también de indignación nacionalista. “No se metan con mis narcos”, vino a decir.

Lo de la traición a la patria es nuestra nueva arma contra el neoliberalismo. Ya habíamos visto algún aviso. En su momento, el Fabrizio, con su muy necesario puntito castro-estalinista, circuló un change.org para que procesaran con ese motivo a Enrique Krauze, que entre otras cosas fue su editor. Parece que nadie le dijo que Change está más muerto que la Commodore 64. Bien, pues hace un par de días, uno de los moneros,

Rapé, le dijo a Pablo Majluf, un conservador ominoso, que debería ser procesado por decir que ojalá los gringos efectivamente cataloguen como terroristas a las mafias mexicanas y –es mi interpretación– se les dejen ir a dronazos, o con la tropa, o con armamento nuclear, o lo que sea.

Muy bien el monero, que, seamos francos, no dibuja –ahorita está en su etapa de decapitaciones, y no hay modo de enterarse de a quién decapitó, de lo malos que son los retratos–, pero sí pinta: es un protagonista del Segundo Piso, lo que habla del nivelazo que les estamos manejando.

A la oposición, un mensaje: a la espera de que se les procese por traición, no se me emocionen mucho con Trump. O sea, lo del crimen organizado sí puede ser un contratiempo para la 4T, porque el señor está obsesionado con el tema, pero, sin importar sus arengas contra el socialismo, de ahí a que venga a ayudarlos a luchar contra nosotros, la izquierda, hay un trecho largo.

La verdad, aquí, en la Cuarta, tenemos afinidades profundas con el casi nuevo presidente gringo. Pertenecemos, él y nosotros, a la misma familia política: esa que vino a cambiar el tablero geopolítico, con piropos a Putin y toda la cosa, y a darle muerte a la democracia burguesa. Ultraizquierda y ultraderecha unidas, jamás serán vencidas.

POR JULIO PATÁN 

COLABORADOR

@JULIOPATAN09

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