El 5 de noviembre fue de doble luto. En este escrito abordo lo que corresponde a la historia que ha decidido escribir el pueblo estadounidense.
De acuerdo al escritor Stefan Zweig, hay ‘momentos estelares de la historia’. Asimismo, hay momentos estrellados, digo yo. Me temo que el resultado de las elecciones del martes pasado en los Estados Unidos será de los segundos. Y es que, si bien el mundo está cambiando y mucho, la elección de Donald Trump para un segundo mandato (2024-2028) no augura ni crecimiento económico ni tampoco solidaridad entre países. Ojalá me equivoque.
Al momento que esto escribo, Trump arrasa con 295 votos de los colegios electorales (contra 226 de Kamala Harris). Pero el señor de Queens en esta ocasión también ganó en el conteo de los votos populares pues obtuvo 71,429,616 votos (51%) contra los 66,487,454 votos (47.5%) de Kamala. Se podía suponer que la historia Donald Trump vs Hillary Clinton se volvería a repetir, pero no estaba convencida de que también sería con importantes márgenes de victoria en el voto popular y que los republicanos arrasarían en Congreso y Senado de Estados Unidos.
Un hito, en verdad. Verán ustedes: los últimos presidentes republicanos, tanto Bush padre como Bush hijo, y el mismo Trump en su primera presidencia únicamente ganaron los votos de los colegios electorales, mas no los populares ni obtuvieron el control legislativo.
Igual que Claudia Sheinbaum en México, con estos números Trump podrá hacer en su país y en el escenario político nacional e internacional lo que quiera y no habrá oposición que pueda poner freno a sus propuestas. Así lo quiso el electorado. No deberá sorprendernos que en un futuro próximo, el presidente Trump y la presidenta Sheinbaum disputen posicionamientos, se enfrasquen en diferencias o se enfrenten respecto a algunos temas, cada uno aduciendo su popularidad, su legitimidad y que hablan en nombre de sus respectivos pueblos…
Si alguien piensa que la Suprema Corte de Justicia de los Estados Unidos puede servir de freno al presidente, que lo piense dos veces: la mayoría de los ministros actuales fueron elegidos por Trump hace ocho años. ¿Suena conocido?
Hoy, el voto hispano, especialmente en Florida y Texas, favoreció a Trump. Le ayudó a ganar y de manera muy holgada. Y aunque es irónico —pues el anaranjado señor es el primero en decir que continuará con las deportaciones de mexicanos y centroamericanos, con la separación de familias dependiendo de si los integrantes tienen estatus migratorio legal o no— era esperable. ¿Quiénes son los peores enemigos de los nuevos migrantes? Pues migrantes que les precedieron, y estos son los que en su mayoría votaron ‘republicano’.
De este lado del Río Bravo podremos presumir que nosotros tuvimos una mujer presidenta mucho antes que nuestros vecinos estadounidenses. Mas Trump no requirió de una elección de Estado como sí lo hizo Sheinbaum, quien ha demostrado compartir con nuestro ex presidente López Obrador el conocimiento profundo de la psique de sus ciudadanos, así como la habilidad de decirle al pueblo exactamente lo que desea escuchar. (Donald Trump quien, por ejemplo, le habla de religión al pueblo estadounidense a pesar de ser conocida de sobra su vida alejada de la fe y plagada de inmoralidad).
Millones de estadounidenses viven hoy preocupados por la destrucción de los valores tradicionales yanquis frente a la embestida de otras culturas que se entremezclan producto de la muy aguda migración no solo proveniente de Latinoamérica, sino de muchos lugares del mundo y cuya orientación consideran extremadamente liberal en diversos aspectos de la vida.
En la disyuntiva entre optar por un representante convencidamente democrático o uno decididamente conservador y nacionalista, la mayoría ha votado a favor de este último. Es otra lección amarga que nos traen estos tiempos aciagos de nuestras naciones. La élite liberal de los Estados Unidos vive en una burbuja que en nada se parece al territorio en el que diariamente vive el resto de los estadounidenses.
POR VERÓNICA MALO GUZMÁN
COLABORADOR
VERONICAMALOGUZMAN@GMAIL.COM
MAAZ