COLUMNA INVITADA

La Crisis Judicial, la gran novela…

Buscar un análisis objetivo resulta estéril y de muy poco interés; incluso, la poca sociedad interesada en los encabezados tuvo su esperanza en las elecciones del día de ayer en los Estados Unidos de América

OPINIÓN

·
Juan Luis Montero García / Columna invitada / Opinión El Heraldo de México
Juan Luis Montero García / Columna invitada / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: El Heraldo de México

Para la mayoría, el tema de la reforma judicial ya sólo admite una narrativa de dos bandos; cada uno, como siempre, tratando de mostrar sus mejores cartas de manos de sus constitucionalistas, todos de primer nivel, pero con distinta camiseta. ¿Quién tiene plena conciencia de lo que está sucediendo en el Congreso de la Unión, en la Suprema Corte de Justicia y en el Ejecutivo? Sólo esos bandos; la mayoría de los mexicanos ya, como de costumbre, solamente espera que termine esta etapa de la historia y seguir adelante. ¿Estamos agotados o acostumbrados? Definitivamente ya estamos “vacunados”, tanto se han aprovechado del desinterés en la política de este país que son muy pocos los que realmente se preocupan por el desenlace de la novela llamada “Crisis Judicial”.

Ver los toros desde la barrera resulta atractivo y cómodo, más cuando se trata de un espectáculo que tiene como foro los recintos más importantes de este país: el Congreso, la Corte y el Palacio Nacional. Definitivamente, la credibilidad de una u otra narrativa ya se perdió en absoluto y sólo queda la sobremesa, en donde se concluye “a ver qué pasa”, “Dios nos agarre confesados” y “siempre es lo mismo”. La mayoría de este país está curada de espanto y sólo se concentra en reaccionar de acuerdo con la realidad de su día a día; mientras que en aquellas canchas disfrutan de las mieles del poder y de atender los intereses propios y ajenos en favor o en contra del (famoso ya) “pueblo bueno”.

Buscar un análisis objetivo resulta estéril y de muy poco interés; incluso, la poca sociedad interesada en los encabezados tuvo su esperanza en las elecciones del día de ayer en los Estados Unidos de América. Hoy muchos de esa minoría estarán “tranquilos” de que Donald Trump será el nuevo presidente, ya que así será el contrapeso necesario para el gobierno de México en ausencia de la oposición, y contrario a la sobrerrepresentación y la supremacía judicial; por el contrario, si hoy las riendas de nuestros vecinos y socios del norte fuera Kamala Harris… “estamos muertos, nada habría que hacer”. En fin, reitero, las narrativas se alimentan diariamente provocando confusión e incertidumbre en la minoría que está atenta a estos tópicos. Por el resto, no hay que preocuparnos: viven intensamente y sorteando la inseguridad, la falta de educación, las promesas no cumplidas, los discursos, la falta de salud y muchas otras áreas de oportunidad que protagonizan la historia de nuestro querido y amado México.

Ayer, la Corte aprovecho uno de los eventos más importantes en el mundo (elecciones en EE. UU.) para discutir en el pleno un tema de “suma importancia”. ¡Gran coincidencia! tras bambalinas, y atentando también contra el principio fundamental constitucional de actuar con imparcialidad, los ministros de la Corte votaron a favor y en contra, (si no se difirió la votación) de un proyecto presentado por el “salvador” o “verdugo” (de acuerdo con cada bando) Juan Luis González Alcántara. Los ministros, de acuerdo con su posición, llevan defendiendo su criterio varios meses. Hoy, de acuerdo con el resultado, ya tenemos el nuevo episodio de “la Crisis Judicial” y su seguimiento por parte de plumas de gran prestigio y juristas de gran honor.

Mientras tanto, en su mayoría, tenemos una sociedad apática, harta, desgastada, desilusionada, desanimada y enojada que continua con su instinto de supervivencia alejada de todo aquello que signifique poder Legislativo, Ejecutivo y Judicial. Su actuar inconsciente radica en que prefiere autodefenderse y debe vivir intensamente, adecuándose a la realidad de cada uno. Este es el verdadero y gran logro de quienes nos han gobernado hoy y siempre. Pobre País. Así lo pienso ¿y tú?  

POR JUAN LUIS MONTERO GARCÍA

ABOGADO PENALISTA

@JUANLUISMONTERO

PAL