Cada 20 de noviembre se conmemora el Día Mundial de las Infancias, una fecha que tiene el objetivo de poner sobre la mesa la deuda que tenemos pendiente con esta población respecto a garantizar el acceso a sus derechos, responsabilidad del Estado y la sociedad en general.
Hagamos un repaso de lo que dicen las cifras oficiales sobre las infancias. A nivel mundial, la UNICEF reportó en 2023 un retroceso en cuanto al respeto de los derechos de las infancias a consecuencia de la serie de crisis y conflictos que ha enfrentado la humanidad como la pandemia por COVID-19, la guerra y el cambio climático que se suman a desafíos persistentes como la pobreza, la violencia y la discriminación estructural.
En cuanto al derecho a la salud, la vacunación infantil ha disminuido dejando a millones de niñas y niños vulnerables a enfermedades como el sarampión y la poliomielitis. En América Latina y el Caribe, uno de cada cuatro infantes carece de vacunas esenciales, lo que representa el mayor descenso en la última década.
Más de 250 millones de niñas y niños no asisten a la escuela debido a la pobreza extrema o por cuestiones de género. Niñas en regiones vulnerables como África subsahariana y el sur de Asia son una de las poblaciones más afectadas. Además, millones de menores viven en entornos violentos, enfrentando abusos como explotación laboral y sexual.
En México, lamentablemente la situación no es muy distinta. Según datos recientes dados por UNICEF México, en el país, 17 millones de infantes y adolescentes están en pobreza, de los cuales 3.7 millones están en pobreza extrema. En cuanto a educación, en promedio, cuatro millones de niños y adolescentes no asisten a la escuela, en gran medida debido a la falta de recursos. Cabe señalar que el país enfrenta cifras alarmantes en cuanto a maltrato infantil, Abuso Sexual Infantil y producción de pornogafía infantil.
En cuanto a la inversión por parte del gobierno para garantizar los derechos de las infancias, la administración anterior destinó apenas el 2.86% de su Producto Interno Bruto (PIB), una de las inversiones más bajas en comparación con otros países con ingresos similares.
La actual presidenta, durante su campaña política, firmó El Pacto por la Primera Infancia con 500 organizaciones que consta de 12 puntos que concentran su atención en derechos que más necesitan atención como la educación, salud y protección, además de la implementación de programas de habilidades parentales para una crianza cariñosa y sensible.
Iniciativa que podría poner las bases para combatir en unidad la grave situación de nuestras infancias y adolescencias en México, en donde urge que las madres, padres y/o cuidadores nos capacitemos para convertirnos en la primera línea de defensa y respeto de los derechos de las niñas, niños y adolescentes.
En este camino aún lleno de desafíos, Fundación Grupo Andrade seguirá fortaleciendo alianzas con la sociedad civil para desarrollar proyectos que promuevan el acceso de la población infantil a derechos esenciales como educación, salud, vivienda y alimentación.
Construir una sociedad mejor para nuestra niñez y adolescencia no es imposible, quizá será difícil, pero lo podemos conseguir si asumimos un rol activo ante esta problemática.
POR DULCE GALINDO VILLA
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