PENSANDO EN BEISBOL

El ser el mejor: un Juez y un Samurái

Siempre será importante el tener ídolos en el diamante, precisamente el punto de esta entrega: si tienes al pelotero más vistoso de cada Liga ganando una distinción, vaya, viene de oropel la noticia y la expectativa para la próxima temporada

OPINIÓN

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Alejandro Aguerrebere / Pensando en béisbol / Opinión El Heraldo de México
Alejandro Aguerrebere / Pensando en béisbol / Opinión El Heraldo de México Créditos: El Heraldo de México

A nadie deberían sorprender estos nombramientos y hasta en este aspecto ha sido una muy afortunada (en más de un sentido) la temporada de las Grandes Ligas.

Habría que esperar el tradicional cañonazo de las cantidades totales generadas en este venturoso año, pero, ya tuvimos un meteórico crecimiento de ganancias por patrocinio en este calendario con una cantidad de casi dos mil millones de dólares (two billion le dicen allá) con un aumento –según información del siempre confiable Maury Brown, en Forbes– de alrededor del 23 por ciento (¡!) comparado con el año anterior, agregándole el dato todavía más fuerte de cómo los equipos en sí han tenido ese mismo rubro (el de ganancias por patrocinio) por más del 55 por ciento en este, al parecer ya le podemos decir, fantástico año.

Siempre será importante el tener ídolos en el diamante, precisamente el punto de esta entrega: si tienes al pelotero más vistoso de cada Liga ganando una distinción, vaya, viene de oropel la noticia y la expectativa para la próxima temporada.

Iremos al comparativo entre lo que hizo Aaron El Juez Judge y lo que nos regaló –aún recientemente operado del codo de lanzar– Shohei El Samurai (del diamante) Ohtani, aunque parezca un poco innecesario dado el gran tamaño de ambos.

La verdad ambos jugadores se agradece verlos con toda su plenitud de facultades, brillando en equipos tan contendientes como para medirse en una Serie Mundial, y en verdad con la expectativa generada para volverlos a ver con esa hambre de triunfo en futuros calendarios.

Se tuvo una suerte estratosféricamente importante: no se tuvo al Juez y al Samurai en la misma Liga Americana, donde se habían pasteleado (repartido) los últimos MVP este par de monstruos del diamante, pues el oriental estaba con los Angelinos y se mudó en la misma ciudad, pero no con el mismo color: hacia el rumbo de Chavez Ravine con los Dodgers.

Aaron bateó para .322 por .310 de Shohei, el primero con un brutal .701 de slugging por .646 del segundo, superando también en el vital OPS 1.159 por 1.036 y también arriba con 58 tablazos por 54 del de azul, consecuentemente igual arriba en 144 producidas (RBI) por 130; eso sí, Shohei robó 59 colchonetas por sólo 10 del gigantón curiosamente de origen californiano.

Se poncha menos el líder samurái, pero en valor agregado para victorias en el aporte total, pues se puede entender por lo que el bonachón Aaron se lleva también esos rubros.

Una rivalidad agradable si se siguen comparando año con año, aunque ya El Juez carga sus 32 primaveras y el buen Ohtani 30 de las mismas, entonces, también cabe mencionar: disfrutemos lo que queda de sus maravillosas carreras.

Vienen más peloteros japoneses (y orientales) interesantes y se necesitan más peloteros estadounidenses con la tremenda disposición físico-atlética de Aaron Judge.

Por algo llegaron 325 nuevos patrocinadores al beisbol de Las Mayores, esta ola positiva es algo que se debe cuidar y –de ser posible– hasta mejorar.

POR ALEJANDRO AGUERREBERE  

COLABORADOR

PAL