En teoría, Morena y el Partido Verde Ecologista de México (PVEM) son aliados. Sin embargo, en San Luis Potosí la relación es distinta: está llena de tensiones, resentimientos y un claro mensaje de control político absoluto por parte del gobernador Ricardo “El Pollo” Gallardo.
Desde ahora, el mandatario ha advertido que, en SLP, quien pretenda aspirar a un cargo deberá someterse al control del Verde y su máximo líder.
Pero los pasillos del Palacio de Gobierno potosino cuentan otra historia. Dicen que el verdadero poder no lo ejerce Gallardo, sino su esposa, Ruth González Silva. Aunque carece de experiencia política, su ascenso ha sido meteórico gracias al respaldo de su esposo: llegó al Senado para presidir la Comisión de Relaciones Exteriores para América del Norte y ahora se perfila como la favorita para contender por la gubernatura en 2027.
En privado, funcionarios y operadores aseguran que González Silva es quien toma las decisiones más relevantes del gobierno, relegando a su esposo a un papel secundario.
Me dicen que Ricardo Gallardo, en alianza con Carlos Puente, está consolidando una especie de “dictadura partidista” usando al Verde como herramienta para perpetuar el poder de la familia Gallardo.
Que no se olvide que la presidenta Claudia Sheinbaum trabaja para evitar que estas prácticas antidemocráticas se repitan. En conjunto con legisladores, impulsa una reforma constitucional que prohíba la reelección en cargos de elección popular y que evite que estos puedan ser heredados a familiares directos de los titulares de presidencias municipales, gubernaturas o incluso la Presidencia de la República.
Esto ya ocurrió con Félix Salgado Macedonio, quien, al no obtener la candidatura para el gobierno de Guerrero, colocó a su hija Evelyn Salgado. Ahora, Gallardo busca hacer lo mismo con su esposa.
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CABILDO AMATAL: UNA MASACRE AMBIENTAL. La defensa de la Zona Sujeta a Conservación Ecológica “El Cabildo Amatal”, con 3 mil 610 hectáreas entre Tapachula y Mazatán, Chiapas, ha recaído en pescadores y académicos. Las cooperativas denuncian invasiones y deforestación, mientras investigadores de la UNACH alertan sobre el deterioro de este ecosistema, que alberga especies en peligro y regula el clima local.
Me cuentan que hay intereses económicos detrás, empezando por políticos chiapanecos. El gobernador Rutilio Escandón, callado, deja avanzar las invasiones y el desastre ambiental. Aunque esta reserva es un humedal clave y barrera natural, Escandón no actúa.
Por su parte, la SEMARNAT, liderada por Alicia Bárcena, ya prendió las alertas para frenar el deterioro de esta área protegida, que ha perdido 20 hectáreas de manglares en los últimos años debido a la expansión desmedida.
Nos vemos a las 8 por el 8.
POR SOFÍA GARCÍA
COLABORADORA
@SofiGarciaMX
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