Por instrucciones de nuestra jefa de Gobierno, Clara Brugada Molina, tuve el honor de entregar al Congreso de la Ciudad de México una iniciativa que busca dar un golpe contundente a la extorsión, un delito que no solo afecta el patrimonio, sino que lacera la tranquilidad, la estabilidad emocional y la vida cotidiana de las y los capitalinos.
La extorsión no es solo un problema jurídico; es una manifestación de la inseguridad que vulnera nuestras comunidades, negocios y hogares. Este fenómeno, que muchas veces no se denuncia por miedo o desconfianza, ha crecido en complejidad y en impacto social. Por ello, desde el Gobierno de la Ciudad de México decidimos actuar con determinación, tomando en cuenta las experiencias y voces de quienes enfrentan esta realidad día a día.
Durante la presentación de la estrategia contra la extorsión, la jefa de Gobierno Clara Brugada aseguró que no dará tregua en el combate a este delito y, como parte de nuestra estrategia integral, presentó un conjunto de medidas que incluyen tanto acciones legislativas como operativas. Esta estrategia busca no solo endurecer las penas, sino también fortalecer la atención y prevención a través de diversos frentes.
La iniciativa presentada al Congreso no es solo un paquete de reformas legales, es una estrategia integral que refleja la visión de nuestra jefa de Gobierno: atender este problema desde todos sus ángulos. La propuesta incluye medidas para endurecer las penas contra quienes cometen este delito y quienes intentan hacerlo. Así, damos un mensaje claro: en la Ciudad de México no habrá tolerancia para quienes atenten contra la paz de nuestras comunidades.
Un aspecto fundamental de esta propuesta es la clasificación de la extorsión como un delito mixto, es decir, que ya no se considerará únicamente como un delito patrimonial. Esto reconoce su impacto integral en la vida de las personas y permite actuar con mayor contundencia desde el ámbito penal.
Además, se establece que la tentativa de extorsión será castigada de la misma forma que el delito consumado, cerrando una brecha que permitía la impunidad en muchos casos.
Pero esta iniciativa no se limita a lo punitivo. Conscientes de que la prevención es clave, proponemos un enfoque comunitario que incluye talleres y pláticas dirigidos a redes vecinales, comerciantes y sectores empresariales. Estas acciones buscan no solo informar, sino empoderar a la ciudadanía para detectar, denunciar y enfrentar este delito.
En este mismo esfuerzo, se van a fortalecer las capacidades operativas de la Secretaría de Seguridad Ciudadana y de la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México. Además, la campaña Juntas y juntos contra la extorsión será un eje central para difundir información y fortalecer los lazos entre las autoridades y la ciudadanía. En el combate a la extorsión, la colaboración será nuestra mayor fortaleza.
La entrega de esta iniciativa al Congreso capitalino no es el final, sino el principio de un proceso que requiere el compromiso de todas y todos: legisladores, instituciones y sociedad civil. Por ello, agradezco profundamente a los distintos grupos parlamentarios por su disposición y apoyo para trabajar en esta propuesta. La seguridad y la justicia no tienen colores ni ideologías; son derechos fundamentales que debemos garantizar a cada habitante de nuestra ciudad.
Como Gobierno, no descansaremos hasta que la extorsión deje de ser un flagelo en la vida de las y los capitalinos. Este es un compromiso ineludible con nuestra gente y con nuestra ciudad. Estoy convencido de que, trabajando juntos, lograremos construir una Ciudad de México más segura, justa y solidaria.
POR CÉSAR CRAVIOTO ROMERO
SECRETARIO DE GOBIERNO DE LA CIUDAD DE MÉXICO
EEZ