CUERPO Y ALMA

Infancias libres de abuso

Tan poco se habla de esto que hace apenas dos años, la ONU proclamó el 18 de noviembre como el Día Mundial para Prevenir la Explotación, los Abusos y la Violencia Sexuales contra los Niños y Promover la Sanación

OPINIÓN

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María Elena Esparza Guevara / Cuerpo y Alma / Opinión El Heraldo de México
María Elena Esparza Guevara / Cuerpo y Alma / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: El Heraldo de México

Es un secreto a voces, varias personas se dan cuenta, pero mejor no dicen nada para evitarse un problema; ocurre en los rincones y aunque las miradas de las niñas y niños delatan al agresor, la mayoría prefiere voltear hacia otro lado porque enfrentarlo sería una debacle familiar. Sí, el abuso sexual infantil ocurre en 80% de los casos en el hogar, el espacio supuestamente más seguro.

Los datos son de organizaciones como Unicef o Save the Children y siguen un patrón global. No importa de qué país se trate, cuán desarrollada esté o su poder económico: el patrón de vulnerabilidad para las infancias se encuentra en su círculo cercano e incluso en el significativo afectivamente.

Tan poco se habla de esto que hace apenas dos años, la ONU proclamó el 18 de noviembre como el Día Mundial para Prevenir la Explotación, los Abusos y la Violencia Sexuales contra los Niños y Promover la Sanación. Lejos de amainar, este delito ha ido en aumento durante los últimos quince años. Hoy, uno de cada ocho menores en todo el mundo ha sufrido abusos sexuales antes de cumplir los 18 años, de acuerdo con el más reciente informe “Acción para poner fin a la Explotación y el Abuso Sexuales de las Niñas, Niños y Adolescentes”, realizado por Unicef. 

Una de cada ocho vidas truncadas por el trauma de esta terrible experiencia: si esto no nos obliga a visibilizar y combatir, no sé qué lo hará. Es el síntoma de una realidad alarmante. En México, cada hora, más de dos menores de edad, principalmente niñas    -dos a tres veces más que el sexo opuesto-, son utilizados con fines de explotación sexual, una de las doce modalidades de la trata de personas sancionadas por la ley nacional.

La cercanía de los familiares con las víctimas no solo facilita el acceso a ellas, sino que también impone a los menores una especie de manto de silencio, miedo o vergüenza, obstáculos ya no digamos para la denuncia sino para que la niña o niño abusado puedan contar la pesadilla que viven en casa a personal de su escuela, amistades o incluso otros integrantes de la familia.

Hay oportunidad de prevención y combate, pero sólo funcionará cuando la sociedad entera se atreva a comprender que lo grave no es el qué dirán sino el estrés postraumático que afectará para siempre el desarrollo de la o el menor violentado. Solo entonces reuniremos fuerzas para exigir colectivamente sentencias ejemplares contra los perpetradores y voltearemos a mirar esos ojitos en busca de auxilio.

POR MARÍA ELENA ESPARZA GUEVARA
@MAELENAESPARZA

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