Las empresas que contaminan ríos y áreas naturales en México ya suman multas de 305.8 millones de pesos entre 2022 y 2024, según datos de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa), encabezada actualmente por Mariana Boy. Y aunque esto refleja una gestión activa, lo cierto es que el compromiso ambiental de algunas empresas deja mucho que desear.
Entre las sancionadas aparece Clariant México S.A. de C.V., que desembolsó casi medio millón de pesos tras contaminar el área Bajo Atoyac en Puebla. Pero, me dicen, ésta y otras empresas parecen considerar esas multas un costo más en su operación, mientras los residuos peligrosos siguen llegando a ríos y zonas naturales.
En 2022, la Profepa realizó 268 visitas de inspección; en 2023, la cifra subió a 509; y en lo que va de 2024, ya suman 490.
Las sanciones también aumentan año tras año: en 2022 aplicaron multas por 46.8 millones de pesos; en 2023, se dispararon a 176.1 millones, y en 2024, hasta el momento, ya han sumado 82.8 millones de pesos.
Pero, ojo, porque según fuentes internas, Mariana Boy, procuradora del Medio Ambiente, tiene otros planes.
Me dicen que la procuradora ya advirtió que las inspecciones van a aumentar, y que la prioridad de esta administración será proteger el medio ambiente a toda costa.
Así que, para las empresas acostumbradas a pagar y seguir, parece que el juego está cambiando: ahora las consecuencias no se quedarán sólo en sanciones económicas.
La Profepa promete poner en jaque a los reincidentes. La vigilancia está en marcha, y parece que el próximo movimiento va más allá de las multas.
Así que ya saben a quienes les hablan.
¿Tabasco en la mira de su propio gobernador?
En Tabasco, las cosas se están poniendo intensas. Javier May, el actual gobernador, lanzó una bomba al responsabilizar a Hernán Bermúdez Requena, exsecretario de Seguridad Pública y hombre cercano a Adán Augusto López y Carlos Merino, de la violencia que azota al estado. Según May, Bermúdez lideró el grupo criminal “La Barredora” y fue quien le abrió las puertas a la delincuencia organizada en el estado, provocando una ola de violencia con quema de vehículos y tiendas de autoservicio.
Pero Adán Augusto, exgobernador y actual coordinador de Morena en el Senado, no quiso entrarle, y al ser cuestionado por estas declaraciones decidió irse por la tangente: “No conozco las declaraciones del gobernador y yo no opino sobre asuntos que no conozco”.
Porque, claro, en política el silencio también dice mucho.
Este episodio deja al descubierto tensiones en la tierra del expresidente López Obrador.
Para Adán Augusto, quien hasta hace poco fue el “hombre fuerte” de Tabasco, estas acusaciones lanzadas por su sucesor no pueden pasar desapercibidas. Al desmarcarse de las palabras de May, parece que prefiere esquivar la polémica, pero no pasa por alto que esta “indiferencia” podría ser la señal de una distancia creciente entre los liderazgos de Morena en Tabasco.
Nos vemos a las 8 por el 8
POR SOFÍA GARCÍA
COLABORADORA
@SofiGarciaMX
MAAZ