MALOS MODOS

Los dejaron de piedra

Venimos de un sexenio en el que el presidente, sin pudores, trabajó bien de cerquita con el propio AA, hombre de todas sus confianzas, y con Ricardo Monreal

OPINIÓN

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Julio Patán / Malos Modos / Opinión El Heraldo de México
Julio Patán / Malos Modos / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

Va por delante que debemos celebrar las coincidencias. Si entre los que aplaudieron el sexenio de Obrador y la llegada de la primera presidenta hay quienes se escandalizan por la renovación de contrato para Rosario Piedra, magnífico.

Bienvenidos al bando de los preocupados-enojados, aunque no seamos, como ellos, de los desencantados. Juntémonos en torno a lo que nos une. Borrón y cuenta nueva. A lo que sigue. Que lo que une Adán Augusto no lo separe un pasado de diferencias.

Dicho lo anterior, y para inaugurar nuestra incipiente amistad, a ver si pueden aclararnos algo. Venimos de un sexenio en el que el presidente, sin pudores, trabajó bien de cerquita con el propio AA, hombre de todas sus confianzas, y con Ricardo Monreal.

A Monreal, precisamente, se le debe que un personaje como Rosario Piedra, con su incompetencia, sus documentos falsos, sus cartas apócrifas y sus rib eyes en la oficina, haya conseguido una aprobación bastante rarita en el Senado para su primer periodo, mientras que don Adán, para referirme solo  a uno de sus últimos logros, tuvo un papel importantísimo, de hecho el más importante, en que Yunes diera un bandazo y aprobara la llamada reforma al poder judicial, que es una manera cara, chamagosa y cínica de poner jueces amigos en cada uno de los juzgados del país.

Lo digo porque no es de sorprenderse, en consecuencia, que, para la reelección de Piedra, míster AA haya mandado destruir una casilla, porque cuál voto secreto, solo después de indicarle a los de su bancada que las boletas iban a llegar prellenadas y con nombre, para amacizar los votos necesarios, o que les tomaran fotos, o que las enseñaran una vez que hubieran tachado el nombre indicado, el de doña Rosario.

Por si hace falta recordarlo, y para seguir en lo reciente, las cámaras de diputados y senadores que con tanta eficacia parecen controlar los referidos constitucionalista Monreal y poeta López aprobaron, con un voto fantasma que el diputado que llevó un cadáver extraterrestre al congreso explicó en términos de “intermitencia”, una reforma que dice que de aquí pal real los cambios constitucionales son inapelables e inalterables, onda versículos bíblicos.

Igual que recibieron a Rubén Rocha, el gobernador de Sinaloa, que es el que mintió sobre su viaje a Estados Unidos y sobre el asesinato de su adversario político, como si fuera un decentísimo compa bureado por los malos del patio.

Insisto: nada más para referirnos a las últimas semanas, que son las mismas en que el Senado celebró que a Macedonio, repito: Macedonio, otro de casa, le hubieran dado un premio por una peli en Bielorrusia.

Lo que me lleva, por fin, a la pregunta. Sí, entendemos y compartimos su indignación, camaradas, pero ¿por qué la sorpresa? O sea, y perdonen el humor fácil: ¿de veras los dejaron de piedra?

POR JULIO PATÁN

COLABORADOR

@JULIOPATAN09

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