DESDE AFUERA

Los avisos de Salazar

El escándalo creado por declaraciones de Ken Salazar, embajador de Estados Unidos en México, puede ser una constante en los próximos años

OPINIÓN

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José Carreño Figueras / Desde Afuera / Opinión El Heraldo de México
José Carreño Figueras / Desde Afuera / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: El Heraldo de México

El escándalo creado por declaraciones de Ken Salazar, embajador de Estados Unidos en México, puede ser una constante en los próximos años en una relación que se torna cada vez más complicada.

Pero según todos los indicios, los reclamos de Salazar solo apuntan a lo que puede esperarse durante el gobierno del virtual presidente electo Donald Trump. Salazar, que alista su salida por el cambio de gobierno en su país, aludió el miércoles al fracaso de la estrategia de seguridad "abrazos no balazos", apenas días después de que la presidenta Claudia Sheinbaum hubiera indicado la continuación de esa política, al menos en el discurso, mientras fortalece la Secretaría de Seguridad Ciudadana.

En esa intervención, que como críticas hechas en agosto le valió también una nota de la Secretaría de Relaciones Exteriores y a la llegada de Sheinbaum a una limitación en sus contactos con funcionarios, Salazar lamentó que el gobierno del expresidente Andrés Manuel López Obrador hubiera rehusado la asistencia estadounidense y abogó porque el nuevo régimen dedique más recursos al tema de seguridad. 

Salazar atribuyó el rechazo de López Obrador a "problemas ideológicos" y a la falta de comprensión de la realidad de la inseguridad. "Se lo comuniqué muy bien y muy claramente al Presidente anterior", dijo, y recordó choques con AMLO por diferencias en ese sentido.

Lo cierto es que Salazar no habló sin informar a su gobierno y que el tema de la seguridad en México es uno que les preocupa, tanto por el entrelazamiento de economías y poblaciones como por una vecindad que es tanto ventaja como problema. Peor aún, no se espera que el nuevo gobierno estadounidense tenga la discreción que tuvo Joe Biden durante sus tratos con el gobierno anterior y en vez de promover cooperación la exija. 

Trump y sus aliados creen tener un mandato y, por lo pronto, no tienen contrapesos. Las primeras señales no son alentadoras para el gobierno mexicano. Como senador, el futuro Secretario de Estado Marco Rubio fue un crítico del gobierno de AMLO, al que acusó de haber entregado regiones del país a cárteles del narcotráfico y haber sido un apologista de regímenes dictatoriales como: Cuba, Venezuela, Nicaragua y Bolivia.

Como Consejero Nacional de Seguridad, quedará Michael Waltz, un veterano de guerra que ha abogado por el uso de soldados estadounidenses para atacar a los cárteles de la droga en México. Como Procurador General se anunció a Matt Gaetz, al que se ve como más inclinado a actuar que a resolver legalmente. Y así. La realidad es que México es importante para Estados Unidos, pero no parece tener aliados en el nuevo gobierno del país vecino, su principal socio comercial y fuente de remesas, inversiones y recursos.

A cambio, según la retórica de Trump, México es la puerta de entrada de inmigrantes de todo tipo y de todos los países, amén  de grupos del narcotráfico y de productos chinos que usan y abusan sus ventajas comerciales con Estados Unidos. Salazar podría decir que quien avisa no es traidor. 

POR JOSÉ CARREÑO FIGUERAS   

COLABORADOR    

JOSE.CARRENO@ELHERALDODEMEXICO.COM                                

@CARRENOJOSE

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