IRREALISMO LÓGICO

PAN (dilleros)

Jorge Romero —Führer para sus amigos— se estrena como dirigente electo del PAN y, como si fuese indispensable para el funcionamiento de la vida política

OPINIÓN

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Alejandro Almazán / Irrealismo lógico / Opinión El Heraldo de México
Alejandro Almazán / Irrealismo lógico / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Cortesía

Jorge Romero —Führer para sus amigos— se estrena como dirigente electo del PAN y, como si fuese indispensable para el funcionamiento de la vida política, le ofrece un diálogo a Claudia Sheinbaum. Una hora más tarde, la Presidenta descarta el ultimátum y aprovecha su conferencia matutina para acusar a Romero de ser el jefe del llamado Cártel Inmobiliario. Le restriega, además, que hasta Felipe Calderón lo acusó de regentear a ambulantes. Cancelado el diálogo, Romero responde que el cártel y las acusaciones en su contra “son mera imaginación”. Algunas panistas, mientras tanto, salen con la puntada de que su nuevo líder es el hombre del momento y de que ha llegado para imponer agenda.

Que la Presidenta mande a Romero a la ventanilla de la secretaria de Gobernación para dialogar es lógico: como jefa de Gobierno lo investigó y, después de varios arrestos de funcionarios de la alcaldía Benito Juárez, bien sabe cómo es el modus operandi del cártel (extorsionar a constructores con departamentos y dinero a cambio de autorizarles la construcción de más pisos de los reglamentados); cómo se adueñó del PAN y quiénes integran su equipo político: Mauricio Tabe y Luis Mendoza, actuales alcaldes de la Miguel Hidalgo y la Benito Juárez; Andrés Atayde Rubiolo, diputado capitalino; Santiago Taboada, excandidato perdedor a la jefatura; y Christian Von Roehrich, arrestado en 2023 por operar los dineros de la red panista de corrupción.

Además, ¿para qué tendría que sentarse a hablar la presidenta más votada con el cabecilla de una pandilla que hereda un partido que dejó de gobernar a 20 millones de mexicanos en los últimos seis años? Un partido que el 2 de junio sólo ganó tres de los 300 distritos electorales federales. Un partido que hoy apenas tiene cinco gubernaturas, 71 diputados y 22 senadores (incluidos los Yunes). Un partido que perdió más de 100 mil afiliados en cinco años, según las cuentas que saca el colega Pedro Mellado.

Un partido que se alió al PRI y que terminó en la deriva ideológica. Un partido que se parece mucho al PRD más corrupto, el que manejó Héctor Serrano en complicidad con Mauricio Toledo y el fallecido Leonel Luna. Estos dos últimos y Romero, desde el congreso capitalino, repartieron el fondo de 8 mil millones de pesos para la reconstrucción de la ciudad después del sismo de 2017. Aún se ignora qué destino tuvo esa plata.

El filósofo Marshall McLuhan decía que el pez no sabe que vive en el agua hasta que lo sacan del agua. Romero parece no entender que una mayoría del votante al que apela para sumarse al PAN observa en él a un novato que goza chapotear en la corrupción porque es lo único que conoce. Su relevo en el PAN no ha sido provocado “por una profunda reflexión y autocrítica”. Tampoco es un relevo generacional. Es, sencillamente, el pago que le debía Marko Cortés porque, sin el padrón de militantes que controla Romero, tampoco hubiera sido dirigente. Romero viene, como dice el refrán, a lo que aparezca de lo perdido.

POR ALEJANDRO ALMAZÁN

COLABORADOR

@ELALEXALMAZAN

MAAZ