DESDE AFUERA

¿Realineamiento político en EU?

Estados Unidos era un país de derecha, y tras lo que ocurrió el martes 5 de noviembre probablemente hoy podrían ser calificados así

OPINIÓN

·
José Carreño Figueras / Desde Afuera / Opinión El Heraldo de México
José Carreño Figueras / Desde Afuera / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: El Heraldo de México

La convincente victoria de Donald Trump en las elecciones del pasado martes, provocó especulaciones sobre las posibilidades de un realineamiento político-ideológico en Estados Unidos, explicada como una reacción frente a los excesos del liberalismo, la corrección política y por errores tácticos en la campaña demócrata.

Después de todo, fue un choque tan fuerte en tantos sentidos, que todas esas explicaciones o parte de ellas juntas, pueden ser  la razón para un triunfo en el que Trump obtuvo la mayoría del voto electoral, la mayoría del voto popular y llevó al Partido Republicano a literalmente arrinconar a los demócratas  a lo largo y ancho de Estados Unidos.

Pero es probablemente más y menos. Irónicamente, es una señal de lo que viene: por un lado, es cierto que Trump mantuvo el respaldo que logró hace cuatro años. Sus 74,223, 251 votos de esa elección fueron rebasados por los 74,729,200 de este año, casi los mismos.

Sólo que esta vez, para lograrlos tuvo que contar con alrededor de 20% de los votantes afro-estadounidenses y 45% de los hombres latinos. Fue también un imán para los votantes jóvenes.

Y eso quiere decir que para consolidar esa coalición electoral, Trump y los republicanos van a tener que cumplir con las promesas, implícitas y explícitas, que plantearon a lo largo de la campaña, a comenzar por una mejor economía para todos. Y a querer o no concesiones de algún tipo a latinos y afroestadounidenses, especialmente en cuanto a representación, que ya probaron ser capaces de separarse de viejas concepciones de raza y de políticas de identidad.

Hace ya varios años el periodista español Pedro Rodríguez aseguraba en el diario ABC de Madrid que Estados Unidos era un país de derecha, y tras lo que ocurrió el martes 5 de noviembre, probablemente hoy podrían ser calificados así.

De acuerdo con Francis Fukuyama, el resultado de la elección "representa un rechazo decisivo por parte de los votantes estadounidenses al liberalismo y a la forma particular en que ha evolucionado la comprensión de una 'sociedad libre' desde los años 1980".

Pero la derecha estadounidense también tendrá que redefinirse. La inclusión de hispanos y afro-estadounidenses necesariamente altera el carácter de un sector que se define en parte por actitudes raciales; el predominio del voto de clase trabajadora y clase media baja en esa mezcla haría revolcarse a Marx en su tumba. A cambio, los sectores mejor educados lo hicieron por los demócratas.

Es una paradoja terrible, pero visible en el análisis del voto estadounidense. Ahí, lo que prevaleció fue el interés económico y la idea de que el sistema estadounidense y el gobierno demócrata no funcionaron para las clases más desfavorecidas.

En términos prácticos, la vicepresidenta Kamala Harris nunca pudo contrarrestar el peso de su vínculo con el impopular presidente Joe Biden y los exagerados señalamientos de Trump sobre economía,  migración y minorías sexuales. 

POR JOSÉ CARREÑO FIGUERAS   

COLABORADOR    

JOSE.CARRENO@ELHERALDODEMEXICO.COM                                

@CARRENOJOSE

PAL