TU CAUSA MI CAUSA

Día de Muertos 2024

Como cada año, la dinámica fue un éxito. Las y los voluntarios dejaron volar su imaginación para crear ofrendas únicas

OPINIÓN

·
Dulce Galindo Villa / Tu causa es mi causa / Opinión El Heraldo de México
Dulce Galindo Villa / Tu causa es mi causa / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Heraldo de México

Victoria perdió a su papá a los 3 años, falleció en un accidente de auto y aunque no sabía qué significaba la muerte, entendió que no podría verlo nunca más. Pero algo misterioso empezó a ocurrir: conforme Victoria iba creciendo, empezó a sentir la presencia de su papá. Cuando tenía días tristes, unos brazos cálidos invisibles la rodeaban y entre más historias le contaban de él, más real se volvía su compañía.

Cada año, en Día de Muertos, Victoria ayudaba a poner la ofrenda y en compañía de su mamá y hermanos iba al panteón a visitar a su papá. Esta tradición, así como los recuerdos que las personas tenían de él, le ayudaron a conocerlo y hacerlo parte de su vida.

El pensamiento mágico sobre la muerte que tenemos las y los mexicanos, nos hacen una cultura única. Tan así que el Día de Muertos es Patrimonio Inmaterial de la Humanidad y tiene su origen en las creencias de las culturas prehispánicas, las cuales se transformaron durante la época colonial, sin perder su esencia: hacer un homenaje a quienes ya no están con nosotros y que mantenemos con vida a través de nuestros recuerdos.

Transmitir esta especial tradición a la infancia y adolescencia es muy importante por varias razones: es una gran oportunidad para estimular su imaginación, creatividad y expresión artística a través de actividades como escribir calaveritas literarias, poner una ofrenda, hacer alebrijes. Además, les brinda un sentido de pertenencia al reconocerse como parte de una cultura de relevancia mundial, y estos días también fomentan la convivencia, una de las cosas con mayor valor para nuestra niñez.

Fundación Grupo Andrade reconoce la trascendencia del Día de Muertos y, por ello, ya es una tradición poner ofrendas junto con las niñas, niños y adolescentes en situación de riesgo social que forman parte de la red de organizaciones y fundaciones sin fines de lucro que apoya.

Este año se realizó un concurso de ofrendas en el que las empresas de Grupo Andrade eligieron una fundación u organización y se encargaron de llevar todo lo necesario para montar un altar y compartir un momento inolvidable con las niñas y niños.

Como cada año, la dinámica fue un éxito. Las y los voluntarios dejaron volar su imaginación para crear ofrendas únicas: La agencia Nissan realizó un altar tradicional decorado con huacales de madera pintados por las y los beneficiarios de la Asociación Pro Personas con Parálisis Cerebral.

CRA, en conjunto con las niñas y adolescentes de Yolia A.C., levantaron una gran ofrenda de seis niveles, llena de sabores y colores típicos de México. Flotilla 5 y Casa de la Amistad colaboraron en la creación de una ofrenda de dos grandes pirámides. Contraloría y la Asociación Mexicana de Ayuda a Niños con Cáncer destacaron con calacas de cartón y el logo de la asociación hecho con aserrín.

GWM y Ayuda y Solidaridad mantuvieron la tradición de poner retratos en la ofrenda e iluminaron su altar con el característico color del cempasúchil. El área de Recursos Humanos, junto con las niñas y niños de Fundación Familiar Infantil, se inspiraron en las raíces prehispánicas para representar los nueve niveles del Mictlán, el inframundo de la cultura azteca.

Finalmente, Central Flotilla y Pobrecillo de Asís hicieron una ofrenda fuera de lo común: una trajinera guiada por una catrina y acompañada de un alebrije.

Participar en este tipo de experiencias es: aprender más de nuestras tradiciones, estimular la imaginación y contribuir a construir una mejor sociedad.

POR DULCE GALINDO VILLA

INSTAGRAM / @FUNDACION GRUPO ANDRADE

FACEBOOK / @FUNDACIONGRUPOANDRADE

EEZ