COLUMNA INVITADA

El espectáculo de la muerte

En alguna ocasión le pregunté al psicólogo Rafael Solana por qué recurrimos a estas imágenes con tanta frecuencia y su respuesta fue muy clara: “nos recuerda que estamos vivos”

OPINIÓN

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Daniel Francisco / Columna Invitada / Opinión El Heraldo de México
Daniel Francisco / Columna Invitada / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: El Heraldo de México

La sangre salpica nuestras pantallas, la muerte como espectáculo deambula por todas las plataformas de contenido. La difusión de la violencia siempre se abre camino. 

En alguna ocasión le pregunté al psicólogo Rafael Solana por qué recurrimos a estas imágenes con tanta frecuencia y su respuesta fue muy clara: “nos recuerda que estamos vivos”. 

Esta repetición infinita todo lo diluye. ¿Alguien recuerda la ejecución transmitida en televisión e Internet del periodista Daniel Pearl en mayo de 2002? Su nombre se ha perdido en una lista interminable de crímenes mediáticos. Bernard-Henri Lévy en su libro ¿Quién mató a Daniel Pearl? intenta darle un contexto y una explicación a la barbarie. El escritor cita el reclamo de la madre de la víctima: “Nos molestó muchísimo que la CBS lo emitiera y, a raíz de eso apareciera en Internet”. Y agrega: “-Usted que lo ha visto (el video), dígame: ¿cómo va vestido? ¿Lleva siempre puesto el chándal? – Y viendo que no acabo de entender lo que me pregunta, añade-: Quiero decir, ¿aparece en algún momento con el torso desnudo? ¿Ha visto usted a mi Danny con el torso desnudo?” 

Pero no todos tienen quien les escriba. Y también a las imágenes se las lleva el viento. Esa volatilidad nos convierte en consumidores a merced de un scrolleo inagotable y de un algoritmo que no deja de alimentar nuestras filias. 

Michela Marzano escribió en su libro La muerte como espectáculo: “Estas imágenes extremas que se construyen con un trasfondo de odio, odio tanto hacia uno mismo como hacia los demás, estos videos que hacen un espectáculo de actos de barbarie generan, en efecto, una nueva forma de barbarie, la de la indiferencia”. 

El periodista Arcadi Espada recuerda en su libro Diarios una foto, publicada en los periódicos, del cadáver de un migrante en una playa europea. En la imagen, las autoridades vigilan el cuerpo inerte, y alrededor, todos continúan con sus vidas. El periodista español se centra en el trabajo del fotógrafo. El clic busca ese efecto: despertar emociones. Aunque la realidad queda fragmentada. ¿Qué debieron hacer los turistas? ¿Retirarse o continuar con sus vidas? O peor aún: ¿publicar una selfi en sus redes? La reproducción de la violencia instantánea, en directo. 

POR DANIEL FRANCISCO
SUBDIRECTOR DE GACETA UNAM
@DFMARTINEZ74

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