COLUMNA INVITADA

Viviendas Turísticas: motor económico y social en riesgo

Se trata de una industria que en la pandemia constituyó una de las pocas vías que permitió recibir turistas

OPINIÓN

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Sean Cázares Ahearne / Columna Invitada / Opinión El Heraldo de México
Sean Cázares Ahearne / Columna Invitada / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: El Heraldo de México

Las viviendas turísticas están bajo los reflectores tras la reciente aprobación de una legislación que limita su operación a tan solo seis meses al año en la Ciudad de México. ¿Es esta la solución que necesitamos para regular el mercado o, por el contrario, es un golpe innecesario a uno de los motores más importantes de nuestra economía? Como Director General de la Asociación Mexicana de Viviendas Turísticas, me preocupa profundamente que esta medida, que parece bien intencionada en su afán regulador, esté pasando por alto las verdaderas implicaciones que tendrá para miles de familias y pequeños negocios que dependen de este sector.

El turismo representa 8 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) de nuestra ciudad, y dentro de ese porcentaje, las viviendas turísticas han sido un pilar esencial para su crecimiento. Hablamos de un sector que genera más de 63 mil empleos y alrededor de tres mil 300 millones de pesos al año. Una industria que durante la pandemia constituyó una de las pocas vías que permitió recibir turistas y mantener el ingreso turístico de la ciudad.

Estas cifras no solo reflejan la labor de las y los propietarios que rentan sus viviendas, sino también de las y los operadores, personal de limpieza, mantenimiento y pequeños comercios locales que florecen gracias a la llegada de turistas. Sin embargo, al limitar las estancias turísticas a 50 por ciento de ocupación de noches al año, corremos el riesgo de desmantelar esta red económica, afectando principalmente a los sectores más vulnerables.

Desde hace varios años, el turismo en la Ciudad de México ha sido una herramienta clave para el desarrollo económico y la oferta de viviendas turísticas ha permitido una redistribución del turismo hacia zonas antes poco exploradas, como Venustiano Carranza, Iztacalco, Azcapotzalco, Magdalena Contreras y Milpa Alta, por nombrar algunas. Estas alcaldías, que no forman parte del tradicional corredor turístico, ahora se benefician de un flujo constante de visitantes que dinamizan la economía local, fortaleciendo pequeños comercios y creando nuevos corredores turísticos que muestran el alma auténtica de nuestra ciudad.

El impacto va más allá de lo económico. Las viviendas turísticas han permitido la creación de un turismo más inclusivo, accesible y sostenible, en el que participan mujeres, adultos mayores y pequeños negocios. No es casualidad que aproximadamente 50 por ciento de las y los anfitriones en México sean mujeres, quienes no solo generan ingresos adicionales para sus familias, sino que han logrado posicionarse como anfitrionas destacadas en las plataformas, con calificaciones de 5 estrellas en 83 por ciento de los casos.

Por otro lado, la participación de adultos mayores en este sector no puede pasarse por alto. En 2023, 17 por ciento de las y los anfitriones en México fueron personas mayores de 60 años, quienes encontraron en las viviendas turísticas una oportunidad para mantenerse activos económicamente, complementar sus ingresos y, en muchos casos, compartir experiencias. Estas historias nos recuerdan que el turismo no solo es una transacción económica, sino también una forma de conexión humana.

Adicionalmente, las viviendas turísticas han sido fundamentales para la redistribución de ingresos en las comunidades locales.

Está demostrado que por cada dólar gastado en un espacio compartido, los turistas desembolsan tres dólares más en la comunidad circundante, beneficiando a restaurantes, tiendas y otros servicios locales. Este tipo de turismo descentralizado es vital para promover un crecimiento económico equitativo y reducir la concentración de riqueza en los polos tradicionales.

Como asociación, entendemos, celebramos y apoyamos aquellas regulaciones del sector que busquen profesionalizarnos y aplicar mejores prácticas para el bien de la industria y de nuestra ciudad. Sin embargo, creemos que las modificaciones legislativas aprobadas recientemente en la Ciudad de México restringen la operación, ponen en riesgo el crecimiento económico, la generación de empleos y benefician a las grandes cadenas hoteleras.

Exhortamos a las autoridades a, primeramente, generar espacios de diálogo para escuchar a todas y todos los actores del sector de viviendas turísticas; en especial a las y los operadores profesionales.  E, igualmente, a reconsiderar esta medida y a optar por políticas que fortalezcan el sector, permitiendo un desarrollo económico inclusivo que genere un turismo colaborativo que verdaderamente aporte al tejido social de la ciudad.

POR SEAN CÁZARES AHEARNE
DIRECTOR GENERAL DE LA ASOCIACIÓN MEXICANA DE VIVIENDAS TURÍSTICAS
@AHEARNE33

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