COLUMNA INVITADA

En la tierra donde el mañana significa hoy…

Sólo en nuestras manos, tribu planetaria, está el impulsar un cambio real, desterrar la hipocresía, el doble estándar y, principalmente, el creer que algunos de nuestros semejantes son inferiores y que, por ello, pueden extinguirse como animales

OPINIÓN

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Diego Latorre / Columna invitada / Opinión El Heraldo de México
Diego Latorre / Columna invitada / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: El Heraldo de México

Frase del periodista Julius Fucíck, redactor de Rudé Právo y autor de Reportaje al pie de la horca, asesinado en 1943 por los nazis en Praga, es una invitación a la reflexión en horas aciagas, y que hoy resuena ante las crisis en desarrollo: la hambruna en Sudán, la guerra entre Ucrania y Rusia, el genocidio en Gaza y el conflicto, ya regional, en Oriente Medio. “Merodea el fantasma del miedo”, advierte el filósofo Byung-Chul Han, y sí, estamos ante escenarios desastrosos, como una nueva guerra mundial. 

Según el Doomsday Clock estamos a 90 segundos de la medianoche. La ansiedad y la ira sobre el futuro de la Unión Europea van en aumento. La UE se encuentra en medio de crisis múltiples y profundas: el incremento en el costo de vida; vivienda, migración, lento crecimiento y, sobre todo, una crisis política.

Enfrentan un desafío significativo por parte de la extrema derecha que sube en las encuestas en varios países y que amenaza su frágil cohesión y sus “valores liberales”.

Pero la respuesta de sus dirigentes ha sido, en vez de abordar las causas profundas de estas crisis (el modelo económico ya no da), la de impulsar la guerra tal vez con la esperanza de que la perspectiva de ésta pueda ayudar al ciudadano a olvidar sus quejas. En los últimos dos años, hemos escuchado que la mayor amenaza a la seguridad europea es Rusia y que la solución es su derrota en Ucrania.

Se ha repetido hasta el cansancio que el camino hacia la paz es la escalada bélica, y así, las armas europeas llegan a Ucrania y a Israel a raudales; incluso, los países de la UE han ido ampliando su arsenal; y, por si fuera poco, ahora la idea está en permitir a Ucrania el uso de misiles de largo alcance para a objetivos en la Rusia profunda, mirando para otro lado ante la miserable actuación del ejército israelí tanto en Gaza, como Cisjordania y en Líbano, no solo ante la destrucción despiadada, sino ante el uso de armas catalogadas como no convencionales, como el fósforo blanco que implica crímenes de guerra y de lesa humanidad. Ya nada es de extrañar.

Tras años de guerra civil y con más de 25 millones de personas, incluidos 14 millones de niños, que necesita asistencia humanitaria, Sudán está en el epicentro de una catástrofe humanitaria, una crisis de hambruna de proporciones épicas, sin una acción internacional urgente.

Esta catástrofe está por abarcar todo el país y tener consecuencias en la región. Amnistía Internacional junto con otras organizaciones, la ONU y diversos países, México, incluido, ha pedido que se imponga un embargo de armas a Sudán, pero este embargo no se ha dado y lo peor es que, la baja ayuda humanitaria tampoco ha sido posible entregarla en los lugares de más urgente necesidad.

Sólo en nuestras manos, tribu planetaria, está el impulsar un cambio real, desterrar la hipocresía, el doble estándar y, principalmente, el creer que algunos de nuestros semejantes son inferiores y que, por ello, pueden extinguirse como animales. Sólo en nosotros está comprender que vivimos en la tierra donde el mañana significa hoy, y actuar en consecuencia.

POR DIEGO LATORRE LÓPEZ
@DIEGOLGPN

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