El gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador (2018-2024) ha dejado una huella significativa en el ámbito del comercio exterior, las aduanas y la logística del país, marcada por la convergencia de sus políticas de austeridad, un enfoque de combate a la corrupción, y una visión nacionalista de la economía. Sin embargo, los resultados han sido mixtos, con avances notables en algunos rubros y desafíos importantes en otros.
Uno de los mayores hitos del sexenio que culmina en materia de comercio exterior ha sido la renegociación y puesta en marcha del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC). Este acuerdo ha brindado estabilidad y certeza a la relación comercial de México con sus dos principales socios comerciales, particularmente en un contexto de tensiones globales y reconfiguración de cadenas de suministro. Gracias al T-MEC, sectores como el automotriz, el agroindustrial y el manufacturero han mantenido un desempeño robusto, siendo pilares del crecimiento económico del país. Este tratado es la palanca del desarrollo nacional que mantiene a México en el top ten de naciones exportadoras y peleando por la captación de inversión extranjera derivada del nearshoring.
Sin embargo, el enfoque de AMLO hacia el comercio exterior estuvo matizado por un marcado nacionalismo económico. Priorizó políticas que buscaban fortalecer el mercado interno y proteger ciertas industrias nacionales, lo que generó fricciones, especialmente en sectores como el energético y el agroalimentario. La disputa con Estados Unidos y Canadá por la política energética de México, que favorece a las empresas estatales (CFE y Pemex) en detrimento de la inversión privada, es un claro ejemplo de cómo las tensiones comerciales pueden afectar la certidumbre que el T-MEC pretende proporcionar.
Por otro lado, López Obrador abanderó la lucha contra la corrupción, uno de los pilares de su administración, y las aduanas no fueron la excepción. En 2020, el presidente decidió trasladar el control de las aduanas a las fuerzas armadas, con el objetivo de frenar prácticas corruptas y mejorar la seguridad en los puertos y fronteras. Esta decisión marcó un cambio estructural sin precedentes en la gestión aduanera del país con el nacimiento de la Agencia Nacional de Aduanas de México que encabeza el Dr. André Foullon Van Lissum.
Esto ha permitido una mayor vigilancia y una reducción en la corrupción, al tiempo que se mejoran poco a poco los procesos logísticos y comerciales en las 50 aduanas del país. Las fuerzas armadas han comprendido que la competitividad logística es clave para la inserción de México en las cadenas globales de valor y los números tanto en recaudación como en aumento de la actividad comercial internacional de nuestro país avalan la decisión de López Obrador.
En el ámbito logístico, el gobierno de Andrés Manuel impulsó algunos proyectos de infraestructura ambiciosos, como el Tren Maya, el Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec y la modernización de puertos estratégicos como Manzanillo y Veracruz. Estos proyectos buscan mejorar la conectividad del país, tanto para el comercio interno como externo, y posicionar a México como un centro logístico más competitivo a nivel global.
No obstante, la ejecución de estos proyectos ha estado marcada por retrasos, polémicas ambientales y sociales, y cuestionamientos sobre su viabilidad económica. El Corredor Interoceánico, por ejemplo, tiene el potencial de competir con el Canal de Panamá al facilitar el tránsito de mercancías entre el Atlántico y el Pacífico, pero su éxito dependerá de la coordinación entre infraestructura, aduanas y la facilitación del comercio, un reto que le quedará a la nueva presidenta de la República. Asimismo, la falta de avances significativos en la mejora de la infraestructura carretera y ferroviaria en otras zonas clave del país sigue siendo un obstáculo para una logística más eficiente y competitiva. De ahí la importancia del discurso de toma de protesta de la Dra. Claudia Sheinbaum que muestra interés en el desarrollo de estos polos de desarrollo para el país.
Sin duda alguna, tras los resultados, el balance del gobierno de López Obrador en comercio exterior, aduanas y logística es exitoso. Logrando avances importantes, como la consolidación del T-MEC y el combate a la corrupción en las aduanas, dejando retos importantes como la eficiencia logística que depende en gran medida de la infraestructura y la seguridad del país, así como la modernización de los sistemas aduaneros en la coordinación de la ANAM con el SAT. Así, en un mundo cada vez más globalizado y competitivo, el gobierno que ahora inicia deberá consolidar lo logrado y enfrentar las limitaciones estructurales que aún persisten en estos sectores clave para el desarrollo económico de México y la generación de prosperidad.
José Ignacio Zaragoza Ambrosi
Experto en Comercio Exterior
@ignaquiz