En Palacio Nacional y legisladores de Morena crece la frustración. Las maniobras de Ricardo Monreal y del senador Adán Augusto López Hernández para acaparar la Junta de Coordinación Política (Jucopo) generaron malestar en la mayoría de los grupos morenistas.
Resulta que tanto Adán como Monreal aspiran a presidir, respectivamente, tanto la Cámara de Diputados por un periodo de tres años, como el Senado durante todo el sexenio de Claudia Sheinbaum, lo que margina no sólo a la oposición, sino también a los suyos que no ven con buenos ojos el agandalle.
Y es que tanto Ricardo como el ex secretario de Segob aseguraron para sí, desde la administración pasada, oficinas y posiciones privilegiadas en la 4T, al consolidar una red de influencia que hoy domina gran parte de las decisiones en el Poder Legislativo.
Con una mayoría absoluta para Morena, alcanzada entre las urnas y el “chapulineo”, el partido afianzó su permanencia en la Jucopo y frenó la rotación acostumbrada de su presidencia. En el caso de López Hernández, no sólo aseguró la cabeza de dicho órgano, sino que también acaparó el destino del presupuesto que ejerce cada año la Cámara Alta.
El malestar ya llegó a oídos de Luisa María Alcalde, quien ya tomó nota de los quejosos. La pregunta es si esta concentración de poder terminará por fracturar la unidad no sólo entre los guindas, sino entre sus aliados del PT y PVEM, quienes deberán someterse a la visión de Monreal y Adán minando con ello su propia influencia en el Congreso.
El control no solo está en la Jucopo, llega también a los accesos de los recintos, en especial al Senado. Fue el día de ayer cuando se hicieron oficiales las 8 renuncias de los ministros de la SCJN. Resulta que hasta la entrega de dichos documentos tuvieron complicaciones, pues no dejaban acceder a la persona que entregaría la documentación poco antes del mediodía, por las nuevas normas de seguridad de esta legislatura.
Las renuncias de los ministros no son tema nuevo, estaban pactadas desde hace más de un mes. Fue el 12 de septiembre cuando los 8 ministros querían presentar su renuncia al entonces presidente Andrés Manuel López Obrador, antes de que se publicara la Reforma al Poder Judicial en el Diario Oficial. Dicha negociación fue a través del operador favorito de la 4T: Adán Augusto.
Por la mañana del 19 de septiembre, en una reunión en instalaciones de la SCJN, los 8 ministros y Adán dialogaron y fijaron fecha para presentar sus renuncias, en donde se pactó se irían con todas las prestaciones legales y sin cuestionamientos. Se estableció que fuera a inicios de octubre cuando se presentaran las mismas a la nueva presidenta Claudia Sheinbaum, así evitaban la explicación del tema económico al expresidente López Obrador.
La línea directa con Adán Augusto era prácticamente la de Palacio Nacional. Por primera vez en los últimos meses ambos poderes estaban negociando lo mejor que se podía bajo el contexto político que se vive. Morena cambió la retórica de último momento, se abalanzó contra las renuncias, como si estas los tomaran por sorpresa y aseguraron que solo lo hacían para irse en pocas palabras, con un montón de dinero. El chiste es desprestigiar a la Corte hasta su último respiro.
POR LAURA PUENTE
COLABORADORA
TWITTER: @LAURAPUENTEEN
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