COLUMNA INVITADA

Los burros hablando de orejas

El primero, una balacera a pocas cuadras de Palacio Nacional y de la sede de la Jefatura de Gobierno capitalino

OPINIÓN

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Martha Gutiérrez / Colaboradora / Opinión El Heraldo de México
Martha Gutiérrez / Colaboradora / Opinión El Heraldo de México Créditos: El Heraldo de México

A propósito de la Reforma Constitucional al Poder Judicial, y de toda la polémica que se ha desatado. Hay dos hechos que sucedieron hace varios días en medio del ataque frontal que desde hace prácticamente un año venimos atestiguando los mexicanos por parte del Poder Ejecutivo, encabezado desde la mañaneras, en ese momento por Andrés Manuel López Obrador y a partir del 1o. de octubre por Claudia Sheinbaum, en contra de la SCJN.

El primero, una balacera a pocas cuadras de Palacio Nacional y de la sede de la Jefatura de Gobierno capitalino. Donde una activista y diputada suplente, junto con sus dos acompañantes, al salir del Congreso local fueron atacados. El saldo, una persona falleció y los demás resultaron gravemente heridos. En el segundo, prácticamente al mismo tiempo, una reconocida abogada penalista y defensora de los derechos humanos, era asesinada en el cruce de dos avenidas importantes de la capital del país.

En las imágenes que comenzaron a circular a través de las redes sociales, pudimos observar con preocupación durante varios minutos, la falta de capacidad y preparación profesional de los cuerpos policiales de la CDMX, que se vieron absolutamente rebasados, y a una impresionante cantidad de personas que transitaban por el lugar, grabando y curioseando alrededor de los cuerpos que se encontraban tendidos.

Cuando presenciamos cada vez con mayor frecuencia estas escenas.

Cuando vemos a diario lo que está sucediendo en materia de seguridad pública en Sinaloa, Chiapas, Guerrero, Michoacán, Tamaulipas, Quintana Roo. Prácticamente en todo el territorio nacional.

Cuando la sociedad se siente completamente abandonada por sus autoridades a merced de la delincuencia organizada, y de la desorganizada también. Frente a un gobierno federal indiferente, que sólo atina a responsabilizar de todo al pasado, y a únicamente enviar a la Guardia Nacional para patrullar las calles, carreteras y caminos.

Y cuando los ciudadanos escuchamos todos los días, al Poder Ejecutivo, primero de López Obrador, y ahora de Claudia Sheinbaum. Al Poder Legislativo de Ricardo Monreal, al de Gerardo Fernández Noroña y a toda la 4T, señalar la corrupción, el nepotismo, la incapacidad, y la defensa de privilegios en el Poder Judicial. No nos queda otra que decir: ¡Los burros hablando de orejas!

Porque como decían las abuelas, el buen juez por su casa empieza. Entonces, hay que hablar también del nepotismo, la corrupción, el tráfico de influencias, la incapacidad, la propaganda, la manipulación, la falta de preparación profesional y la ineptitud que priva en el Poder Ejecutivo y en el Poder Legislativo, y comencemos por señalar a Andrés Manuel López Obrador.

Que sin mediar proceso judicial alguno, tan sólo porque se le dio la gana, o porque su diminuta capacidad intelectual no le daba para más, el 17 de octubre de 2019, durante el famoso Culiacanazo dejó en libertad a Ovidio Guzmán. Por ejemplo.

Hablemos del nepotismo de López Obrador. Quien como Presidente de la República, durante seis años tuvo a uno de sus hijos definiendo las candidaturas, operando campañas electorales, y ahora lo ha nombrado “democráticamente” por dedazo, Secretario de Organización de la secta de su propiedad llamada Morena.

Hablemos también del tráfico de influencias de otro de sus hijos. Encargado de la asignación directa de contratos millonarios, sin licitación, a un selecto grupo de amigos a quienes se les conoce como “el clan”. El burro hablando de orejas.

Platiquemos acerca de la Refinería de Dos Bocas que no refina, del fracaso del Tren Maya y del Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec, del AIFA, de la Bodegototota de Medicamentos, del INSABI, del sistema de Salud como el de Dinamarca, de la reforma educativa que destruyeron, de Mexicana de Aviación, del fraude en SEGALMEX, de las pseudo rifas y la pseudo venta del avión presidencial, de la destrucción y el despilfarro de millones de dólares del Aeropuerto de Texcoco. Para entonces sí, medir quiénes, en materia de corrupción y opacidad, son los expertos.

O bien, hablemos de cuando AMLO no tenía derechos legales para ser candidato a la jefatura de gobierno, y que por instancias del Presidente de la República, Ernesto Zedillo. Sí, leyó usted bien, de ése, el mismo régimen autoritario que tanto critica López Obrador y que sus adoctrinados replican. Es el que le concedió el registro.

Yo me pregunto, si ahora la Presidenta Claudia Sheinbaum (después de lo que nos ha mostrado en estos primeros días de su mandato), estará como en su momento Ernesto Zedillo, en la misma disposición para que Roberto Gil Zuarth compita para ocupar el cargo de Ministro de la SCJN.

O lo van a filtrar a través de los mismos mecanismos que utilizó Morena con Ricardo Monreal, cuando pretendió ser el candidato a Jefe de Gobierno de la CDMX en el 2018, a pesar de que en ese tiempo él llevaba una amplia ventaja en las encuestas. Situación que desató la ira del hoy líder de Morena la Cámara de Diputados. Hasta que intervino Andrés Manuel López Obrador para aplacarlo.

Hablemos de como el Doctor y Catedrático en Derecho Constitucional y principal defensor de la Reforma Judicial de AMLO y de la sobrerrepresentacion en el Congreso de la Unión, se atreve, desde el Poder Legislativo a señalar de corruptos a los integrantes del Poder Judicial. Evidentemente porque es un tema en el cual es un experto. El burro hablando de orejas.

¿Nepotismo? Que nos diga cómo se llama a la imposición de sus hermanos y familiares en el estado de Zacatecas como gobernador, alcaldes y en diversos cargos estatales y municipales. O pretender forzar a toda costa los resultados de la elección pasada, utilizando sus influencias para que el Tribunal Electoral fallara a favor de la candidatura de su hija y ocupara el cargo de alcaldesa en una de las alcaldías más grandes e importantes de la CDMX. El burro hablando de orejas.

¿Pureza? Ahora resulta que un vividor de la política como Gerardo Fernández Noroña, es la personificación misma de probidad, prudencia, racionalidad y sensatez política. Vaya cinismo. Cuando los mexicanos hemos sido testigos de un sinnúmero de espectáculos bochornosos y polémicos encabezados por este personaje (a quien por cierto el gobierno priista nunca tocó). Como aquél en el que se tiró al piso en “actitud de protesta” con el propósito de impedir el paso al Presidente de la República, por mencionar alguno. ¡El burro hablando de orejas!

Sin duda, el Poder Judicial quien no ha sabido enfrentar la perversión y la rudeza de sus adversarios debido a su formación eminentemente técnica, debe renovarse, mejorar y corregir el rumbo. Pero no son los únicos. Porque el Poder Ejecutivo está todavía peor.

Todos estos personajes a los que me he referido en mi texto, definitivamente nunca debieron llegar al poder. Sin embargo, la pregunta de fondo y lo que más nos debe preocupar no son ellos. Lo que nos debe ocupar, es que nos toca hacer a los ciudadanos ante la mentira, la manipulación, el cinismo, la degradación de la clase política y la falta de memoria colectiva de la sociedad.

Porque eso, es en realidad lo que les abrió la puerta a todos estos personajes, permitiéndoles actuar con absoluta impunidad.

…….es pregunta.

POR MARTHA GUTIÉRREZ
@MARTHAGTZ
VOCAL DEL CONSEJO DIRECTIVO DEL INSTITUTO DE POLÍTICA Y GOBERNANZA, A. C.

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