COLUMNA INVITADA

Claudia Sheinbaum: La promesa cumplida de un México en transformación

El ascenso de la Dra. Claudia Sheinbaum a la presidencia de México además de ser un hecho histórico, un momento que quedará grabado en la memoria colectiva de millones de mexicanas y mexicanos

OPINIÓN

·
Créditos: El Heraldo de México

El ascenso de la Dra. Claudia Sheinbaum a la presidencia de México además de ser un hecho histórico, un momento que quedará grabado en la memoria colectiva de millones de mexicanas y mexicanos, es también la consolidación de un proyecto de nación en marcha, con un nivel de aceptación social nunca antes visto. Su toma de protesta es el inicio de la continuidad, sí, pero también, de extender la profundización de una transformación tangible que han experimentado los mexicanos en los últimos años.

Sheinbaum no llega a la presidencia con promesas, llega con historial probado de gestión eficaz. Su desempeño como Jefa de Gobierno de la Ciudad de México es prueba fehaciente y no deja lugar a dudas que, cuando Claudia se compromete, cumple. Hagamos un repaso rápido, la significativa reducción de la delincuencia, la expansión del sistema de transporte público y la exitosa implementación de programas sociales en la capital son pruebas irrefutables de su capacidad para convertir planes en realidades concretas.

La nueva presidenta entonces toma el bastón de mando de un proyecto político, sí, para construir el segundo piso de la transformación de México, y lo hace para llevarlo a nuevas fronteras. Su formación científica y su enfoque basado en evidencia complementarán la manera en que las políticas públicas se diseñan en México. Es por ello que me atrevo a decir que no estamos ante meras promesas de cambio, sino ante la certeza de un gobierno que actuará con precisión y eficacia.

En materia económica, Sheinbaum no se limitó a ofrecer garantías; propone el cómo las materializará. Su declaración sobre la seguridad de las inversiones nacionales y extranjeras no es una afirmación retórica, es un compromiso respaldado por acciones concretas. La continuidad en la disciplina fiscal, el respeto a la autonomía del Banco de México y la promoción activa de inversiones públicas y privadas son políticas ya en marcha, y en conjunto, son acciones que establecen condiciones de confianza y estabilidad que se traducirán en crecimiento económico sostenido.

Así, el mensaje de la presidenta Sheinbaum es claro: las inversiones nacionales y extranjeros estarán seguras en nuestro país. Declaración que no es una promesa para el futuro, sino que es una realidad presente que este gobierno reforzará con cada decisión. Los inversionistas pues, no necesitan esperar para ver resultados; el marco de certidumbre jurídica y económica ya está establecido y funcionando.

En el ámbito social, parte medular para que casi diez millones de mexicanos hayan salido de la pobreza en el gobierno del presidente López Obrador, los programas que Sheinbaum impulsará no son experimentos, son extensiones y mejoras de iniciativas que ya demostraron su eficacia. La ampliación de becas, el apoyo a adultos mayores y los nuevos programas de vivienda para jóvenes son realidades en acción desde el primer día de su mandato.

Ahora vayamos a la reforma judicial que la Dra. Sheinbaum defiende, es una reforma con sentido democrático, no es un proyecto al aire; es una transformación en curso para hacer del poder judicial un poder cercano a las necesidades del pueblo, de la gente, sin falsa retórica. Está pensada para combatir la corrupción de manera efectiva. Su gobierno no promete luchar contra la impunidad; su gobierno está enfocado en desmantelar las estructuras que la han permitido.

El "segundo piso de la Cuarta Transformación" que lidera la primera presidenta de México, no es un eslogan vacío, es la descripción gráfica y precisa de cómo su gobierno conduce y perfecciona las políticas que han cambiado el rostro de México en los últimos años. Cada día de su administración es una demostración de que el cambio no es una aspiración, sino realidad en evolución constante.

Para concluir, puedo afirmar que el gobierno de la presidenta Claudia Sheinbaum no es un cheque en blanco para el futuro, es un proyecto de a de veras y en plena ejecución. Los mexicanos no necesitan esperar para ver resultados porque están viviendo en un país que se transforma día a día bajo un liderazgo comprometido, capaz y efectivo. La Dra. Sheinbaum no promete un México mejor; lo está construyendo ladrillo a ladrillo, política a política, con la determinación, la voluntad y la eficacia que la han caracterizado a lo largo de su carrera. Así, el futuro de México se despeja para no ser una incógnita; es una certeza materializándose bajo la guía firme y visionaria de la primera presidenta de México.

POR: JORGE ARGÜELLES VICTORERO

COLABORADOR

@JORGEARGUELLESV

dhfm