COLUMNA INVITADA

El pago de los países en desarrollo es coincidente

Cada trimestre que las tasas de interés se mantienen altas, más países en desarrollo se ven afectados y se enfrentan a la difícil decisión de elegir entre pagar la deuda pública o invertir en salud pública, educación e infraestructura

OPINIÓN

·
Luis David Fernández Araya / Colaborador / Opinión El Heraldo de México
Luis David Fernández Araya / Colaborador / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: El Heraldo de México

En 2023, cuando se produjo el mayor aumento de las tasas de interés mundiales en cuatro décadas, los países en desarrollo destinaron una cifra récord de USD 443 500 millones al pago de su deuda externa pública y con garantía pública. 

El aumento de los costos llevó a que se desviaran recursos escasos y se desatendieran necesidades críticas como la salud, la educación y el medio ambiente.

Los pagos del servicio de la deuda que incluyen el capital y los intereses, aumentaron un 5% respecto del año anterior en todos los países en desarrollo. En 2023, los 75 países que pueden recibir financiamiento de la Asociación Internacional de Fomento (AIF) —institución del Banco Mundial que brinda apoyo a los países más pobres— pagaron un monto sin precedentes de USD 88 900 millones en concepto de costos del servicio de la deuda.

En la última década, los pagos de intereses realizados por estos países se cuadruplicaron hasta alcanzar un máximo histórico de USD 23 600 millones en 2022. Según el informe, se espera que en 2023 y 2024 los costos generales del servicio de la deuda de los 24 países más pobres aumenten considerablemente en hasta un 39 %.

Los niveles de deuda sin precedentes y las altas tasas de interés han llevado a que muchos países hoy se encaminen hacia un escenario de crisis en el futuro. Cada trimestre que las tasas de interés se mantienen altas, más países en desarrollo se ven afectados y se enfrentan a la difícil decisión de elegir entre pagar la deuda pública o invertir en salud pública, educación e infraestructura.

La situación justifica la acción rápida y coordinada de los Gobiernos deudores, los acreedores privados y oficiales, y las instituciones financieras multilaterales: mayor transparencia, mejores herramientas para la sostenibilidad de la deuda y mecanismos de reestructuración más ágiles. 

La alternativa es otra década perdida.

POR LUIS DAVID FERNÁNDEZ ARAYA   

ECONOMISTA   

@DRLUISDAVIDFER

EEZ