COLUMNA INVITADA

La democracia es un riesgo que al final todos pagamos

Lo que nos debe ocupar, es que nos toca hacer a los ciudadanos ante la mentira, la manipulación, el cinismo, la degradación de la clase política y la falta de memoria colectiva de la sociedad

OPINIÓN

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Créditos: El Heraldo de México

La democracia sin duda tiene sus riesgos. Lo mismo podemos tener líderes formados y visionarios, que dictadores y oportunistas, y no necesariamente el pueblo tiene capacidad para discernir. Por la forma en como se realizan las campañas electorales, donde todo se simula.

Ahí tenemos a Donald Trump, que es lo más parecido a un dictador fascista, que ya fue presidente de los Estados Unidos, y que si se lo hubieran permitido habría dado un golpe de estado para evitar entregar el poder. Que con el apoyo de casi la mitad de los norteamericanos nuevamente esta compitiendo por la Presidencia.

Lo mismo que Andrés Manuel López Obrador quien no sólo no tenía la capacidad para gobernar, sino que en su momento ni siquiera reunía los requisitos para ser jefe de gobierno, o Gerardo Fernández Noroña un vividor de la politica que definitivamente no tiene estatura ni representatividad para encabezar la Mesa Directiva en el Senado de la República y nos lo acaba de demostrar una vez más la madrugada de este viernes, Felix Salgado Macedonio debería estar en la cárcel. Pero el sistema los dejó pasar.

Sin embargo, la pregunta de fondo y lo que más nos debe preocupar no son ellos.

Lo que nos debe ocupar, es que nos toca hacer a los ciudadanos ante la mentira, la manipulación, el cinismo, la degradación de la clase política y la falta de memoria colectiva de la sociedad. Porque eso, es en realidad lo que les abrió la puerta a todos estos personajes, permitiéndoles actuar con absoluta impunidad.

México se merece mucho más que este tipo de clase política y las dirigencias partidistas que hoy nos conducen. Porque un país como el nuestro, con 130 millones de habitantes, ubicado geográficamente junto a la economía número uno del mundo, donde además según el PEW Research Center, se encuentran insertos cerca de 40 millones de ciudadanos de origen mexicano. En lugar de presumir sus ingresos vía remesas, debería presumir proyectos que le generasen tasas de crecimiento mayores al 10% anual.

Pero para eso, se requiere de dirigentes y políticos con la visión y el talento necesarios para hacerlo posible. En contraste a la que actualmente nos conduce, cuyas peculiaridades son la ignorancia, los complejos, y la ideologización que caracteriza a una secta que se quedó psicológicamente anclada a la mitad del siglo pasado, cuando aún no terminaba la Guerra Fría y había que contraponerse al capitalismo desde un comunismo retrogrado, que hoy, no sólo ya es inviable sino que ya no existe.

Cuando en mis anteriores artículos me he referido a la necesidad de que la sociedad tome las iniciativas. Tiene que ver con que la ciudadanía debe organizarse, pero no sólo para marchas rosas. Sino para asumir sus causas. Aquéllas que le a los ciudadanos comunes y corrientes les beneficien y les generen las oportunidades del siglo XXI. Para entonces poder hablar seriamente de política.

Porque no nos merecemos los pseudo “líderes” de los partidos políticos sostenidos con recursos públicos que tenemos, como la hija de los amigos de AMLO, o a Andy y sus amigos, o el niño verde, o el señor de los CENDIS, o a los de la cancioncita naranja fosfo-fosfo, o a Alito, o a Markito. Y que personajes de este nivel, sean quienes estén definiendo el destino de 130 millones de personas.

Cuando contamos con un país compuesto por un número de clases medias similar al doble de la que se encuentra en toda España, y de la que que se encuentra localizada en la bisagra articuladora de la economía más grande del mundo junto con Asia y Europa.

Cuando poseemos el país geopolíticamente localizado en el centro económico mundial, por su equidistancia al impulso del crecimiento asiático que es la región con mayor cantidad de población del mundo, de las economías y las culturas tradicionales europeas; pero además, también está pegado a un gran mercado latinoamericano en crecimiento, que hoy aspira a contar con una eficiente conducción y por la vía de la migración ir resolviendo las incapacidades de sus liderazgos.

Pero hay que empezar. En política, definitivamente no es por la vía de los partidos, no hay manera, y tampoco es creando nuevos partidos. Porque quienes pretender formar un nuevo partido, evidentemente son negociantes de las franquicias de acceso al poder.

En ningún caso, existe un entendimiento verdadero de la sociedad e igualmente carecen de un proyecto de nación. La prueba esta, en que todos los partidos surgidos en el siglo XXI, han fracasado, y los que lo hicieron durante el siglo XX, pues están a punto de desaparecer.

Empecemos entonces por el principio; por formar liderazgos, como no lo hacen los partidos políticos actuales, y desde la sociedad construyamos las academias formativas de los liderazgos que nos den la posibilidad de entender y representar a los diferentes segmentos de la población para que se atiendan en el corto, en el mediano y en el largo plazo temas como la desigualdad, el acceso a oportunidades, la movilidad social y la atención de las necesidades inmediatas.

Porque en lo único en lo que ha tenido éxito Morena, es en una pseudo solución por la vía de repartir en efectivo el presupuesto público, a través de subsidios directos dirigidos a grupos y personas para atender solamente a un 25% de población que se encuentra en condiciones de pobreza baja y en pobreza alta en nuestro país. Ante la ausencia de proyectos productivos que generen economías sustentables para cada mexicano.

Sin construir ni diseñar un proyecto de cambio estructural para la atención a fondo de la propia pobreza. Entonces, ante ese vacío de los gobiernos para generar una movilidad social, lo que muchas personas tienen más a su alcance, es tomar la decisión de migrar hacia los Estados Unidos y empezar a resolver su condición económica de forma individual.

Urge trascender el tema de las remesas, de año con año ufanarnos de los montos recibidos, para ir avanzando hacia la construcción de carteras de proyectos sustentables que le proporcionen a las nuevas generaciones la posibilidad de permanecer en México, para desde aquí, juntos construir sus escenarios de futuro.

Eso quiere decir que dentro de la formación de los nuevos liderazgos tenemos que enseñar que la pobreza no se resuelve repartiendo dinero del presupuesto público. Ya que se trata de un fenómeno mucho más complejo que tiene que ver con el entendimiento de la sociedad, la identificación de oportunidades, la construcción de proyectos, la elaboración de redes de colaboración, esquemas de financiamiento desde el gobierno, el acompañamiento de los proyectos productivos y la generación de empleo en cada uno de los municipios y localidades del país.

Es en verdad impresionante ver el crecimiento de China, pues resulta muy interesante como lo hicieron de abajo para arriba, erradicando la centralización y detonando el crecimiento desde los propios municipios. Exactamente lo contrario a lo que ha estado haciendo Morena.

Por eso los liderazgos municipales ya no deben ser improvisados. Deben formarse para entender a la sociedad, y para entender la economía, el mercado y el emprendimiento. ¡Eso es política! Porque política de ninguna manera es recitar repetidamente como merolícos consignas propagandísticas como las que escuchamos diariamente desde las Mañaneras, mismas que resuenan por todos lados.

Hay que diseñar distintas modalidades de organización y brindar atención por segmentos y por causas para hacer evolucionar al capital humano que acompaña a los políticos. Para que aquéllos que aspiren a representar a la sociedad, comiencen haciéndolo desde un compromiso personal al margen de los partidos políticos. Para que una vez que decidan participar en un proceso electoral, cuenten ya con un capital territorial que de sustento a sus aspiraciones, y a un conjunto de causas donde anticipadamente demuestren su capacidad para obtener resultados.

Sin embargo, encabezar causas no es suficiente. Representar a la sociedad es algo mucho mas complejo que también requiere contar con una formación profesional para la gobernanza. Actualmente ninguno, o la gran mayoría, de los cuadros provenientes de todos los partidos que fueron electos para encabezar las Presidencias Municipales, cuenta con la capacidad para construir proyectos que mejoren las condiciones de la sociedad, lo cual hasta cierto punto es natural.

Porque si partimos de la base de que los partidos políticos no cuentan con proyectos, no forman a sus militantes y que los candidatos electos son representantes de esos partidos. Pues entonces no hay manera de que quienes nos gobiernan tengan algo que ofrecer a los mexicanos. Más allá de propaganda y ocurrencias. Que delicado ¿no?

Por eso quienes aspiren a cualquier liderazgo político deben haberse preparado previamente para profesionalizar su responsabilidad, y a su vez, contar con la capacidad para convocar a la sociedad organizada a participar, para que exprese sus ideas, sus intereses y aporte sus capacidades en la construcción de soluciones, que como líderes políticos deban conducir.

Porque desafortunadamente ninguno de los cuadros que nos están gobernando desde cualquier posición política, o desde la Administración Pública de los tres niveles de gobierno voltea hacia la sociedad para buscar las opciones.

Por el contrario, lo que tenemos ahora, al más viejo estilo del PRI de los años 50’s del siglo pasado, es a todos los integrantes y aliados de Morena volteando hacia Palacio Nacional para buscar la línea de que sí y de que no pueden hacer. Dejando de lado todo el capital humano que representa a la propia sociedad, en sus posibilidades de organización y de participación permanente.

Los cuadros interesados en la política deben aprender adicionalmente a comunicarse en el mundo de hoy. Donde día con día es más evidente que cada ciudadano puede tener acceso a la posibilidad de comunicarse y contar con presencia en las distintas redes sociales desde cualquier teléfono celular.

Este mundo y las sociedades de hoy, son en las que se tienen que encontrar modalidades que deben ser aprovechadas y conducidas para la creación de nuevas sinergias de talentos especializados alrededor de diferentes causas.

Bajo estas circunstancias, definitivamente somos los ciudadanos quienes tenemos que empezar por nuestra cuenta a organizarnos y revisar desde lo económico, donde se encuentran las oportunidades.

Les invito a seguirme en mis próximos artículos, para que juntos lo vayamos haciendo.

Y no es pregunta.

POR MARTHA GUTIÉRREZ

@MarthaGtz
Vocal del Consejo Directivo
Del Instituto de Política y
Gobernanza, A. C.