México es gobernado por primera vez por una mujer, y es desolador saber que, para ella y sus legisladoras, el día de las sufragistas es un día más de burla y humillación a miles de mujeres que con mucho esfuerzo y sacrificio, hace años rompieron el techo de cristal.
Morena dice estar a favor de las mujeres, pero utilizaron al poder legislativo para destituir a más de 300 juezas y magistradas, destruyeron sus carreras, sus sueños y su futuro.
La historia de Griselda, lo demuestra. Ella es una de las muchas mujeres víctimas del ataque al Poder Judicial. Griselda creció en una comunidad rural de Michoacán y desde joven enfrentó innumerables desafíos. Caminaba una hora todos los días para asistir a la universidad, sus compañeras la recordaban porque siempre llegaba con el pantalón húmedo: solo tenía uno y lo lavaba a diario, aunque muchas veces no lograba secarse.
Griselda, mamá de dos niñas, se esforzó durante años; se levantaba a las 4 de la mañana para atender a sus hijas, las labores de la casa y poder estudiar para ser jueza de distrito. Griselda ahora es reconocida como una de las juezas más estudiosas y honorables del país, pero lamentablemente ya se va ¿Por qué? Porque Morena metió su vida, su esfuerzo, su carrera y su futuro en una tómbola, y la suerte no estuvo de su lado.
Las hijas de Griselda fueron testigos de todo, la más pequeña, orgullosa de su madre, soñaba con ser jueza y defender a otras mujeres, ambas sabían que con estudio y esfuerzo podían lograrlo, sin embargo, ahora se dan cuenta que no importa cuánto se esfuercen o estudien, el día que menos lo imaginen, puede llegar un grupo embriagado de poder y poner sus sueños y su vida en una tómbola.
Si, las sufragistas estarían orgullosas de ver hoy a tantas mujeres en la impartición de justicia: ministras, magistradas, juezas. Pero estarían profundamente decepcionadas al ver cómo el partido en el poder y sus legisladoras no buscan justicia, sino venganza.
Estarían muy decepcionadas de ver que ahora el futuro de cientos de mujeres ya no depende de su capacidad, depende de una tómbola.
Las sufragistas estarían emocionadas de ver que muchas mujeres buscan ser gobernadoras, alcaldesas, diputadas, senadoras, pero les dolería el corazón ver que hay muchas otras que lo único que buscan es a sus hijos desaparecidos o una quimioterapia para ellas o para sus hijos con cáncer.
Se emocionarían de saber que hoy, muchas niñas pueden soñar y aspirar a ser presidentas de la república, pero les dolería el corazón saber que otras con lo único que sueñan es escapar de la violencia y de la explotación sexual.
Las niñas de México no deben crecer viendo cómo los esfuerzos de sus madres, tías, o hermanas dependen de una tómbola. Las mujeres que lograron el voto en 1953 no lucharon para que quienes están en el poder lo usen para destruir familias, sueños y vidas enteras.
Acción Nacional se los exige, no perjudiquen más a las mujeres, no hay votos que lo justifiquen, eso no es la democracia; reconozcamos y honremos la lucha de las mujeres de la mejor manera, con nuestras acciones y nunca dejemos de luchar por la libertad y la democracia, esa democracia con la que Morena quiere terminar y por la que ellas y ellos ocupan su espacio en el poder legislativo.
Laura Esquivel Torres
Secretaria Nacional de las Mujeres en el CEN del PAN y Senadora de la República