POLÍTICA PARA A'MAR

La institución del narcotráfico debajo de la justicia… de Estados Unidos. El Estado mexicano, sin poder

La situación derivada de la determinación de Estados Unidos de luchar contra el fentanilo, deja claro que quien no tiene poder, es el Estado mexicano

OPINIÓN

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Marlene Mizrahi / Política para a'mar / Opinión El Heraldo de México
Marlene Mizrahi / Política para a'mar / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: El Heraldo de México

No se sabe quién tiene el poder, pero si se sabe quién no lo tiene. Esta premisa del filósofo francés Michel Foucault y la situación derivada de la determinación de Estados Unidos de luchar contra el fentanilo, deja claro que quien no tiene poder, es el Estado mexicano.

El país vecino tiene un objetivo claro: combatir al Cártel de Sinaloa, el cual fue señalado por el Secretario de Seguridad de Estados Unidos, como su mayor proveedor de droga. Hacer frente a esta organización criminal ayudará a frenar la entrada de dicho opioide en su territorio.

Tal situación ha derivado en la captura y condena de Joaquín “El Chapo” Guzmán, ex líder del Cártel de Sinaloa; de Genaro García Luna, ex secretario de Seguridad Pública de México y la detención de otra cabecilla de la misma banda delictiva, Ismael “El Mayo” Zambada.

De acuerdo con Foucault, en todo lugar hay poder y, aunque nadie lo posee, éste se ejerce en una dirección determinada. Queda claro que Estados Unidos lo ejecuta hacia el Cártel. Por su parte, lo que sucede con este último y el Estado mexicano, se explica a partir del postulado del teórico que indica que “quien puede abusar del poder, va a abusar del poder”. Las cifras de impunidad general en México lo confirman.

De acuerdo con el informe Hallazgos de la organización México Evalúa, la justicia mexicana tuvo un 96.3% de impunidad en el año 2022. Existe la posibilidad de abuso del poder por la falta de Estado de Derecho y porque en México, hemos sido incapaces de establecer las instituciones necesarias que no terminen siendo cooptadas por el dinero y la criminalidad.

La sentencia de García Luna – 38 meses de prisión y una multa de dos millones de dólares – revela que incluso los más altos funcionarios del gobierno están coludidos con el narcotráfico. Se expone también que, desde la presidencia, no se quiso ver; no hubo voluntad de revelar o no se tuvo siquiera la capacidad de conseguir las evidencias sobre los actos ilícitos, por los que el ex secretario de Seguridad Pública fue condenado desde Estados Unidos.

El veredicto mencionado muestra cómo Estados Unidos impone su dominio. Dichas personas de gran influencia – incluidos “El Chapo” y “El Mayo” –, nunca son juzgadas en México. A ello se suma el mensaje de que, cualquier autoridad de México que se involucre con el crimen organizado, sin importar su cargo, tarde o temprano tendrá un castigo.

Finalmente, Foucault dice que todas las relaciones de poder son intencionales y que cada una busca un objetivo: desde limitar el consumo de fentanilo; seguir siendo el principal exportador de droga de México hacia Estados Unidos; hasta hacer como si no pasa nada.

Hay cierta tranquilidad en saber que, aunque el Estado mexicano no tenga poder y el narcotráfico se haya convertido en una institución en nuestro país, las autoridades judiciales de Estados Unidos ejercen autoridad.

POR MARLENE MIZRAHI

COLABORADORA 

@MARLENEMIZRAHI

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