COLUMNA INVITADA

Ironía de Nobel y el INAI

Los organismos autónomos en México son piedra fundamental en la lucha contra la corrupción, particularmente el INAI, transparentando las tareas del gobierno

OPINIÓN

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Eduardo Sadot / Columna invitada / Opinión El Heraldo de México
Eduardo Sadot / Columna invitada / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: El Heraldo de México

La importancia de las instituciones por encima de las personas garantiza la continuidad de los servicios, prosperidad y progreso de los países, sin favoritismos ni autoritarismo.

Los premios Nobel de Economía 2024 Daron Acemoglu, Simon Johnson y James A. Robinson alcanzaron ese reconocimiento por sus estudios y aportaciones sobre la importancia de las instituciones en el bienestar social.

La creación de instituciones sólidas viables y reconocidas, desencadenan acciones y condiciones que benefician a la sociedad.

Distinguir el trabajo de las personas de la responsabilidad y cometidos de las instituciones evita que las sociedades se expongan a los vaivenes de la política, de intereses personales de los políticos y la improvisación de acciones, que pervierten y distorsionan la evolución colectiva.

Los organismos autónomos en México son piedra fundamental en la lucha contra la corrupción, particularmente el INAI transparentando las tareas del gobierno, el manejo de sus recursos económicos y materiales, permite que cualquier ciudadano investigue pregunte y se entere de las rutas que siguen los dineros del pueblo, permite descubrir los atajos que propician corrupción y desperdicio del dinero de los contribuyentes que en su conjunto es finalmente del pueblo.

Así, la desaparición de instituciones anticorrupción como el INAI y otros organismos autónomos, se interpretan como un estorbo al gobierno para ejercer la corrupción sin límites.

El tema de la desaparición del INAI no es un problema menor, pues el mensaje que envía el gobierno tiene varias interpretaciones, que no quiere ser fiscalizado, que quita los ojos del pueblo sobre los trabajos que realiza y el peor, que con la Reforma Judicial, se hace lo que en ningún otro sexenio se habían atrevido a hacer, blindar a un gobierno saliente para evitar ser investigado o revisado – ya no digamos castigado – en el manejo administrativo de su gestión.

La sospecha se confirma aún más, cuando esas propuestas se vienen consolidando desde el gobierno anterior.

Ya hubo intentos consolidados para esconder el manejo de recursos, torciendo la ley con el falaz argumento de que se trata de materia de Seguridad Nacional, cuando es evidente que nunca fue. Es la chicanada que permitió al gobierno, hacer lo que quisiera sin vigilancia ni control externo al ejecutivo.

 La revisión de las tareas realizadas por el gobierno anterior, no cumplieron con principios elementales, que permitieran evaluar la eficiencia y beneficios esperados.

La carencia de diagnósticos, planeación y previsiones que permitieran evaluar el costo beneficio y en su caso correcciones, para evitar el desperdicio del patrimonio se hizo evidente.  

POR EDUARDO SADOT

COLABORADOR

sadot16@hotmail.com  

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