Para los jóvenes en México y en muchos otros países, el sueño de tener una vivienda propia parece cada vez más lejano. En ciudades como Ciudad de México, Monterrey y Guadalajara, los altos costos de la vivienda y los salarios que no crecen al mismo ritmo están creando una crisis que afecta a millones de personas, especialmente a los jóvenes. Este fenómeno no es exclusivo de nuestro país; de hecho, en Europa la situación es igualmente alarmante, y en algunas ciudades ha llegado a ser casi insostenible.
¿Qué está pasando con la vivienda?
En Europa, la situación de la vivienda ha empeorado en ciudades turísticas, donde la demanda de inmuebles ha disparado los precios. Esto afecta directamente a los jóvenes, que no pueden competir con los precios inflados y terminan teniendo que vivir en condiciones inadecuadas o mudarse lejos de los centros urbanos. En ciudades como Viena, sin embargo, se ha implementado un exitoso modelo de vivienda social desde hace más de 100 años, donde los gobiernos garantizan que los ciudadanos tengan acceso a viviendas dignas y asequibles, a pesar de los cambios políticos.
En México, la situación es igualmente preocupante. Según datos recientes, se estima que para 2025 se necesitarán 2.8 millones de viviendas nuevas, y para 2030 esa cifra podría subir a 6.6 millones. Esto nos indica que la necesidad de vivienda está creciendo a un ritmo que el mercado actual no puede satisfacer, afectando sobre todo a los jóvenes que están entrando al mercado laboral y buscando independencia.
El programa de vivienda en México: ¿Un cambio en el horizonte?
En la reciente conferencia matutina del gobierno, la presidenta Claudia Sheinbaum presentó un ambicioso programa de vivienda social que tiene como objetivo crear un millón de nuevas viviendas y regularizar otro millón para 2025. Este programa se centra en grupos vulnerables, como jóvenes, mujeres jefas de familia e indígenas, tanto dentro como fuera de la economía formal.
Este tipo de iniciativas son clave para enfrentar la crisis de vivienda. Al igual que en Europa, el acceso a una vivienda digna no debería ser un lujo, sino un derecho para todos. Este programa no solo busca garantizar viviendas asequibles, sino también generar millones de empleos directos e indirectos, lo cual beneficiaría de manera significativa a la economía nacional.
¿Por qué es importante para los jóvenes?
El acceso a la vivienda no es solo un tema económico; también afecta la estabilidad y el bienestar de las personas. Para los jóvenes, encontrar un lugar donde vivir a un costo razonable puede significar la diferencia entre construir un futuro estable o verse atrapados en la incertidumbre. Muchos jóvenes hoy en día se enfrentan a la disyuntiva de tener que vivir con sus padres por más tiempo de lo que quisieran o gastar una gran parte de sus ingresos en alquileres elevados, lo que les deja poco margen para ahorrar o invertir en otras áreas de su vida.
Es por eso que las políticas públicas enfocadas en la vivienda son tan importantes. El programa propuesto por el gobierno de México es un paso en la dirección correcta, pero queda mucho por hacer para asegurar que las generaciones futuras puedan tener acceso a una vivienda digna.
La crisis de vivienda es un desaSo global que está afectando a los jóvenes en todas partes, incluyendo México. Si bien hay esfuerzos para mejorar la situación, como el programa de vivienda social presentado recientemente, aún es necesario que las políTcas públicas sigan avanzando para garanTzar que todos, y especialmente los jóvenes, puedan tener acceso a una vivienda adecuada y asequible. Después de todo, el acceso a una vivienda digna no debería ser un lujo, sino un derecho fundamental.
Por: Bernardo Bosch Fernández
@bernardobosch
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