El Partido Acción Nacional (PAN) le pide a la presidenta de la República, Claudia Sheinbaum Pardo, ponerle sello propio a su gestión y de paso que se reúna con la oposición, esto en la voz del impresentable senador Marko Cortés, quien reiteró que debe hablar con todos los grupos parlamentarios de forma pública.
Quién se querría sentar con una persona que negocia posiciones con gobernadores electos, hasta notarías pedía para sus amigos. Uno de sus argumentos es que el expresidente López Obrador nunca se reunió con la oposición.
Claro que debe haber diálogo con la oposición como en cualquier país civilizado, nada más que en estos tiempos en los que vivimos ha tocado transitar con una francamente deleznable, con líderes rancios, con acusaciones graves de corrupción sobre sus hombros.
El senador panista todavía se dio el lujo de llamar a la presidenta a dejar la polarización, además de pedirle que no continúe con el discurso de López Obrador, que le ponga el sello de mujer, de construcción.
Como acostumbra ya con su limitada capacidad evidente, expresó que es una gran oportunidad para México si dialoga con todos y no continúa con el esquema de pleito permanente donde no escucha.
Qué cinismo que se atreva a pedir esto quien se negó a felicitar a Claudia Sheinbaum después de la elección donde no solo ganó, arrasó. El mismo que ha denostado al gobierno una y otra vez y el que lejos de proponer se ha dedicado a atacar a la menor provocación, pide concordia y entendimiento, pero dice que el gobierno es puro espectáculo y pocos resultados.
Markito: así no se pide o comienza con un diálogo sano y respetuoso, se parte de otro tipo de bases, como, por ejemplo, reconocer todo lo que hizo mal la oposición o dejó de hacer cuando gobernó, pedir perdón a los millones de mexicanos a los que le fallaron y que en la última elección volvió a decir con su voto que no quiere el regreso ni del PRI ni del PAN.
Para pedir, hay que dar, y la verdad es que tú nunca ofreciste nada como dirigente del PAN, al contrario, solamente buscaste acomodo inmediato en el Senado de la República.
Para que exista un diálogo con los diferentes partidos políticos, también debe haber líderes serios, con propuestas que le interesen a la gente, así como con discursos frescos que eviten la confrontación o polarización de la que tanto habla Marko.
Lo que sí no debe suceder es lo ocurrido en la toma de protesta de la presidenta ante el Congreso de la Unión, y quien se comprometió, por cierto, a gobernar para “todos y todas”. El desencuentro se presentó ya que se excluyó a la oposición de la comitiva de bienvenida cuando llegó a la cámara Claudia Sheinbaum.
Cortesía desde luego, de un personaje tan gris como limitado, Sergio Gutiérrez Luna, presidente en funciones del Congreso General, quien conformó la lista por legisladores exclusivamente de Morena, excluyendo a legisladoras valiosas de otros partidos como lo es Patricia Mercado.
Al final del día debe existir un diálogo y apertura de uno y otro lado, ya que beneficia a las ideas, a que el pueblo de México escuche a todos, pero en un marco de respeto.
La interlocución, el debate, la discusión, se pide con respeto y buenas formas, no tirando la puerta, no insultando, ni denostando. Como ya lo hemos expresado en este espacio, se necesitan en los partidos políticos nuevos y mejores líderes.
POR EDUARDO MACÍAS GARRIDO
@EDUARDO84888581
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