AUTONOMÍA RELATIVA

Las tómbolas del bienestar

No deja de llamar la atención que las mujeres de Morena no intervengan en apoyo a otras a las que se les quita el empleo de forma ruin e injusta

OPINIÓN

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Juan Ignacio Zavala / Autonomía relativa / El Heraldo de México
Juan Ignacio Zavala / Autonomía relativa / El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

Lo que parecía solamente una ocurrencia resultó una sesión patética de la banananización del país. Lo sucedido el sábado pasado en el Senado es una de las imágenes más grotescas del rumbo que han diseñado e implementado para el país los dueños del legislativo. Si algunos pensábamos que lo de la elección de jueces, magistrados y ministros de la Suprema Corte sería un problemón a la hora de su implementación en casillas electorales, no teníamos ni idea de lo que venía con las tómbolas: una verdadera vergüenza.

Cientos de mujeres y hombres se quedaron sin trabajo porque así les tocó en la tómbola. Nada tuvo que ver su desempeño, su preparación, sus decisiones, ni siquiera sus errores o pifias. La suerte, la mala suerte, de que la mayoría de Morena se haya jugado al azar el trabajo de años. Como aquellos que apuestan la casa en una jugada de cartas, aquí Morena se jugó en un volado el trabajo de otros, centenares de personas a las que se les anunció que por ser un simple número en una tómbola ya no tendrán trabajo. 

Las imágenes son verdaderamente delirantes. Las senadoras morenistas que piden que les expliquen cómo es el sorteo, de qué se va a tratar; el presidente del Senado ufano de que es el único proceso en el mundo de esa naturaleza, subraya que de ahí se pueden ir a la Lotería; una senadora aparece con un pizarrón para explicar a sus compañeras el procedimiento; funcionarios y legisladores participan sacando las bolas de la suerte, las recogen del suelo cuando se caen; un asistente busca debajo de una mesa una pelota extraviada. Es una kermese, un congal en el que hay un sorteo de puestos de trabajo para impartir justicia. Es México en esta nueva época de la 4T.

No deja de llamar la atención que las mujeres de Morena no intervengan en apoyo a otras mujeres a las que se les quita el empleo de una manera tan ruin como injusta. Las mujeres en el Poder Judicial están solas. Ahí no llegaron todas, llegaron las de Morena nada más. No hay techo de cristal para las mujeres que laboran en el área judicial en este país. Solamente tienen un piso resbaloso y una tómbola. Ahí giran con las bolitas, sus estudios, sus logros y sus anhelos. 

La tómbola del bienestar parece satisfacer a los chacales de Morena. Personajes en busca de venganza, aunque sea por sorteo. Nada bueno podrá salir del penoso y humillante evento en el Senado. Todavía están a tiempo de detener sus dislates y despropósitos. El tránsito hacia una república bananera va más rápido de lo que imaginábamos. 

POR JUAN IGNACIO ZAVALA

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