PORTAZO

Sudcorea, un modelo a seguir

¿Cómo fue posible el cambio en tan poco tiempo? Con algo tan obvio como necesario, e inexistente en México: educación de calidad

OPINIÓN

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Rafael Cardona / Portazo / Opinión El Heraldo de México
Rafael Cardona / Portazo / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

Recientemente Corea del Sur se nos presenta por todas partes.

La última irrupción de los coreanos —uno de cuyos restaurantes en la Ciudad de México veo desde mi ventana—, ha sido mundialmente sorpresiva: Han Kang, una novelista hija de intelectuales, joven, feminista y observadora crítica de las contradicciones y males de la naturaleza humana en su patria, se lleva el Nobel de Literatura, cuyo máximo valor no consiste en la consagración de un autor, sino en la promoción y comprensión de las letras como algo importante en el mundo.

Han Kang escribió hace años un libro estrujante sobre la pareja y la noción masculina de la mujer como un accesorio de compañía, siempre y cuando tenga el buen gusto de pasar desapercibida.

“…Era más bien callada. Rara vez me pedía algo —dice en “La vegetariana” — y no se quejaba por muy tarde que yo volviera del trabajo. Tampoco me insistía en que saliéramos los domingos o festivos cuando estábamos juntos en casa. Mientras yo me pasaba toda la tarde haraganeando frente al televisor con el mando en la mano, ella solía quedarse en su habitación.

“Seguramente trabajaba, o leía algún libro, ya que su única afición era la lectura, pero la mayoría de los libros que escogía parecían tan aburridos que no daban ganas de abrirlos…”

Pero más allá del análisis literario conviene reflexionar sobre el país. Una nación pobre, sin industria importante apenas en 1954, cuando el armisticio dejó la península dividida, hoy es la séptima economía del mundo; un poderoso tigre capaz de fabricar desde aviones de combate hasta hornos de microondas.

Hoy, cuando las librerías de esta ciudad buscan con denuedo libros de Han Kang, uno debe caminar con cuidado: lo podría atropellar un automóvil coreano, KIA o Hyundai

Peor aún si deambula con el teléfono celular (Samsung) en el oído después de calentar un café en el microondas, desvelado por haberse pasado la alta noche mirando en la televisión el juego del calamar o alguna otra de las series coreanas cuya crudeza nos recuerde aquella célebre película “Parásitos”, cuya novedad torció las preferencias de Hollywood y revolcó la industria del entretenimiento.

—¿Cómo fue posible esta transformación en tan poco tiempo?

Con algo tan obvio como necesario y por desgracia inexistente en México, cuyo horizonte se queda en las cajitas de Olinalá: educación de calidad.  Nada más.

“(SE).- El sistema educativo de Corea del Sur está estrechamente relacionado con la competitividad económica, lo que ha permitido procesos de innovación y mejora continua en la formación en todos los niveles, explica Byung Koo Cho, director del Centro Global de Intercambio de Conocimiento y Desarrollo de Corea del Sur”. 

POR RAFAEL CARDONA

COLABORADOR

@CARDONARAFAEL

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