La actual etapa que vive México, es sin duda, tiempo de mujeres porque ellas han accedido a la política; han logrado equidad en el Congreso de la Unión y otros ámbitos antes exclusivos para hombres y ahora por vez primera gobierna una mujer, en un paso adelantado a muchos otros países del mundo.
Y precisamente por lo mismo, no deberían de presentarse casos como el de Georgina Reed, quien aún antes de que su esposo, Julio Hot y Alatriste, con quien contrajo nupcias en el 2018, muriera de Covid-19 en el 2020, en plena pandemia, cuando no había vacunas ni tratamientos para combatir esta enfermedad, fue objeto de violencia de género, hostigamiento, acoso, amenazas y fabricación de delitos inexistentes por parte de los hijos del presidente del Consejo de Productos Medix, Ingrid y Guillermo Hot, que han emprendido una guerra en contra de Reed basada en descalificaciones y fabricación de delitos junto con el yerno de Hot y Alatriste, Abraham del Valle y quien era considerado el brazo derecho del señor Hot, Mario Lazcano, que se ostenta como presidente del Consejo y director de Asuntos Corporativos de Productos Medix y además, era el albacea del testamento al que no se le ha dado cumplimiento.
A cuatro años del fallecimiento de Julio Hot, no se ha cumplido su voluntad: 35 por ciento para cada uno de sus hijos y 30 por ciento para su viuda, que ha tenido que soportar, además de violencia emocional y psicológica, una diversidad de acusaciones sin el más mínimo sustento en un mundo de hombres, pues en esta época de mujeres, todos los Ministerios Públicos que han revisado los 15 procesos acumulados en contra de Georgina Reed, han sido hombres.
En primera instancia, quienes la atacan sin fundamento consiguieron que la sacaran del testamento argumentando que Georgina Red tenía a su esposo tenso y estresado e incluso, que su muerte se había debido a la falta de cuidados por parte de la hoy viuda y en la segunda, el juez determinó que tales argumentos eran inválidos.
Los hermanos Hot, Abraham del Valle y Mario Lazcano se han valido de presuntos contactos con gente de la Fiscalía de Justicia de la Ciudad de México para alargar juicios que resultan totalmente innecesarios.
Aún en tiempo de mujeres, las irregularidades y las “chicanadas” en contra de la viuda de Julio Hot continúan porque los coherederos han llevado al terreno de lo penal temas de carácter laboral y mercantil.
Reed permanece aún en la casa en la que vivió con Julio Hot, a donde recibe amenazas en especie muy directas y la discriminación hasta racial sigue por parte de quienes insisten en acosarla, formularle imputaciones y luego obstaculizar de todas las formas posibles que pueda comparecer.
En tiempo de mujeres, casos como éste no deberían darse.
POR ADRIANA MORENO CORDERO
PAL