La semana pasada líderes políticos, sociales y económicos se reunieron en el Foro Económico Mundial 2024. Este evento es clave en la agenda internacional y este año celebró su 54va reunión bajo el lema “Reconstruir la confianza”.
Entre los 2800 invitados y las 200 mesas de debate y discursos sobre diferentes temáticas que van desde la geopolítica, el medio ambiente, la economía, y el empleo, llegamos al tema de la inteligencia artificial como motor de la economía y la sociedad.
De acuerdo al informe anual sobre riesgos globales que cada año se presenta en el Foro, se destacó el problema de la desinformación derivado del uso de la inteligencia artificial (IA) para los próximos dos años.
Sobre todo, en relación al ciclo electoral 2024, pues en más de 70 países y casi la mitad de la población mundial votará por elecciones presidenciales y legislativas. Las fake news son el mayor peligro para la economía global y amenazan la democracia al polarizar a la sociedad.
Así mismo, también se abarcaron discusiones sobre la importancia de esta tecnología en la geopolítica, específicamente las ventajas que puede tener en estrategia de aire y el ciberespacio, pues aunque Estados Unidos es el país que más ha desarrollado esta tecnología, China ha hecho precisiones sobre el arma de dos filos que es.
Como bien lo mencionó Omar Sultan Al Olama, ministro de Estado de Inteligencia Artificial de los Emiratos Árabes Unidos, la IA es la tecnología clave que impulsa la actual revolución industrial.
La inversión en el desarrollo tecnológico sigue al alza y los líderes del sector avalan el salto en la productividad, los avances en la educación y la salud han sido evidentes, pero también las preocupaciones sobre poder, seguridad, calidad de los datos y cuestiones éticas hacen eco.
En los debates se habló también sobre los modelos de IA de código abierto y cerrado, así como los riesgos a corto y largo plazo de las tecnologías de IA pues debemos pensar en el beneficio de la población.
Se hizo mención a las iniciativas que surgieron el año pasado en términos de regulación, siendo la más trascendental la de la Unión Europea que logró aprobar el borrador de la primera ley de inteligencia artificial en el mundo, la cual marcará precedente para que los demás países puedan seguir reglas similares.
Así como el esfuerzo de la Alianza para la Gobernanza de la IA del WEF que busca garantizar una distribución equitativa y un mejor acceso a esta tecnología innovadora en todo el mundo; la orden ejecutiva sobre inteligencia artificial del Gobierno de Estados Unidos que establece las normas para un uso seguro de la IA; el código de conducta internacional del grupo de países G7 para las organizaciones que desarrollan los sistemas de IA; y la Declaración de Bletchley organizada por el gobierno británico que pide una actuación multilateral para aprovechar los beneficios y riesgos de la IA.
La inteligencia está y seguirá estando cada vez más en todos los ámbitos de las conversaciones pues incluso en las discusiones sobre salud, fintech, agricultura y cambio climático, las aplicaciones que la IA puede tener en estos campos se hicieron presentes enfatizando la necesidad de gestionar riesgos y aumentar la productividad, pues hoy se necesitan respuestas rápidas a problemas globales.
Es innegable que la inteligencia artificial tendrá un papel prioritario en la agenda mundial de este año. Como dice la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, la IA es una oportunidad muy significativa si se usa de manera responsable.
Para México es muy importante, pues aunque no tuvimos voz sobre este tema en el foro, sabemos la importancia de garantizar el desarrollo ético y responsable de la inteligencia artificial.
Conocemos las desigualdades entre el cono norte y el sur, y por eso debemos fomentar la cooperación global pues en esta era de fragmentación, debemos lograr solventar los desafíos mediante un diálogo continuo.
Este foro nos deja dos enseñanzas clave, la primera es la necesidad de seguir trabajando en una gobernanza y responsabilidad adecuada en el ámbito de la IA, y en donde exista participación de todos los sectores para llegar a acuerdos.
La segunda, es la importancia que tiene el evento en cuanto a poner los temas de la agenda pública en el radar de otros actores clave.Recordando que al no ser un evento de mandatarios, el intercambio de ideas que se logran con personajes de todo el mundo hace que las reuniones sean mucho más productivas.
POR DANIELA REYES TORRES
COLABORADORA
@DANYREYEST
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