Concluyeron las precampañas presidenciales. Termina una etapa del proceso electoral diseñada, supuestamente, para que los aspirantes al cargo convenzan a los militantes de su partido para ser candidatos. Son 60 días durante los cuales recorren el país en busca de ese nombramiento.
Pese a ello, aún antes de comenzar, las dos agrupaciones políticas más fuertes de México tenían precandidata única.
Las coaliciones “Sigamos Haciendo Historia” de Morena, PT y Verde Ecologista y “Fuerza y Corazón por México” del PAN, PRI y PRD designaron, respectivamente, a Claudia Sheinbaum y Xóchitl Gálvez.
Así pues, ambas mujeres difundieron su perfil como la única opción de la agrupación política que las abandera: hicieron campaña. Casi a último momento Movimiento Ciudadano (MC) sumó Jorge Álvarez, quien apenas tuvo oportunidad de realizar un evento de clausura.
Más allá de las encuestas, los tres “precandidatos” dieron discursos de cierre que dan pista sobre el estado en el que se encuentran. Como el agua, identificamos que hay un sólido consolidado (Sheinbaum); otro líquido en búsqueda de ajuste (Gálvez) y un tercero gaseoso con energía inicial (Álvarez).
Su situación se determina según cómo se refirieron a ellos mismos, a sus contrincantes y a sus simpatizantes.
Sheinbaum mantuvo un firme “nosotros” en el que incluyó a sus adeptos. Habló de la unidad del movimiento y lo calificó como “el más fuerte de todo el planeta”. Llamó a sus contrincantes: segundo lugar; conservadurismo; gobiernos neoliberales; derecha; así como régimen de corrupción y privilegios. Dos veces mencionó la alianza del PRI y del PAN, sin referirse al PRD. En ninguna ocasión nombró a Xóchitl. Para ella la competencia es entre grupos políticos, no entre personas.
Por su parte, Gálvez, en sus dos eventos, pasó del “ustedes” al “nosotros”. Con esta fluidez buscó la adaptación de posibles simpatizantes – periodistas, intelectuales, empresarios, etc. – a su contenedor. Llegó a decir a la audiencia: “despierten” y “los necesito”. Nombró directamente a Claudia en varias ocasiones. Se refirió también al presidente y a Morena. Ella va por una contienda entre personalidades y entre quienes están a favor o en contra del gobierno actual.
Ni Sheinbaum ni Gálvez aludieron a MC o su candidato. El gas apenas se ve.
Por último, Álvarez en su discurso breve y casi local, pasa del “nosotros” al “ustedes”. Habló de una “nueva generación” dispuesta a construir el México Nuevo. Se refiere a las coaliciones punteras en conjunto como: “la vieja política”, “lo malo y lo peor” y “los corruptos y los incompetentes”. En ningún momento nombró a las candidatas. Aun así, criticó a las dirigencias del PAN y del PRI. De Morena y aliados no dijo nada. Sabe que debe condensarse para hacerse visible.
El agua puede cambiar de un estado a otro, depende del calor al que se enfrenta.
POR MARLENE MIZRAHI
COLABORADORA
@MARLENEMIZRAHI
PAL