La crisis por la que atraviesa Ecuador no es nueva, tiene orígenes políticos que han derivado en una crisis de seguridad que ha tenido en jaque a sus ciudadanos y autoridades; en mayo de 2023, el entonces presidente Guillermo Lasso invocó la medida constitucional conocida como “muerte cruzada” para disolver la Asamblea Nacional, su órgano legislativo, y convocar a elecciones anticipadas de presidente y parlamentarias. La medida tomada por Lasso se debió que la Asamblea había iniciado previamente un juicio de destitución contra él; durante el proceso electoral fue asesinado el candidato presidencial Fernando Villavicencio. Tras el magnicidio fueron detenidas personas de nacionalidad colombiana que serían encontradas sin vida en el penal de Litoral.
Las jornadas electorales se celebraron bajo el decreto de un estado de excepción debido al asesinato de Villavicencio, en primera vuelta el 20 de agosto y en segunda vuelta el 15 de octubre; Daniel Noboa resultó electo presidente de Ecuador con el 51% de los votos y tomó posesión el 23 de noviembre pasado. Noboa es un empresario que sorprendió con su triunfo a propios y extraños.
Con apenas unas semanas de haber asumido el poder, Noboa fue enterado de la fuga de Adolfo Macías Villamar, alias “Fito”, quien escapó de la cárcel de Guayaquil este ocho de enero; con la fuga del líder del grupo delictivo denominado “Los Choneros” se desataron una serie de motines en penales del sistema penitenciario ecuatoriano. Horas más tarde se fugaría de la cárcel de la ciudad de Riobamba Fabricio Colón, líder del grupo criminal “Los Lobos”; la violencia de las prisiones se trasladó a las calles de las principales ciudades ecuatorianas generando zozobra en la población.
Algunos reportes de inteligencia estadounidense vinculan a “Los Choneros” con el cártel de Sinaloa y a “Los Lobos” con el cártel Jalisco Nueva Generación, organizaciones criminales de origen mexicano que han extendido sus operaciones a Centro y Sudamérica.
En estas circunstancias, el presidente Noboa reconoció la existencia de un conflicto armado interno por lo que decretó un estado de excepción por 60 días, habilitó a las fuerzas del orden público para hacer frente a los grupos criminales y señaló a 22 organizaciones criminales como terroristas, esta medida fue respaldada por la también renovada Asamblea Nacional.
A partir del 10 de enero las fuerzas armadas ecuatorianas han recuperado las prisiones que se encontraban tomadas, varios rehenes han sido han liberados, se ha detenido a más de 1 300 personas y la normalidad comienza a regenerarse. Daniel Noboa había anunciado que, previo al inicio de la crisis de seguridad, intervendría el sistema penitenciario ecuatoriano con la construcción de prisiones de máxima seguridad para albergar a reos peligrosos, acción que ha confirmado después de los recientes sucesos. Ojalá la paz se pronto en Ecuador.
POR ABELARDO RODRIGUEZ
PAL